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Las costumbres, los ritos, nos permiten contribuir a que establezcamos lazos más fuertes. Al establecerse el rito se forma una estructura que garantiza que los intentos por conectar, se produzcan de una forma regular. Un rito de conexión emocional constituye un lugar con el que podamos contar para realizar un intercambio importante con alguien a quien queramos.

Un rito puede ser la cena familiar, en la que todos sabemos que nos están esperando, no hay que quedar, ni ponerse de acuerdo, ni encontrar el tiempo en nuestra apretada agenda. Es un tiempo que ya está preestablecido y es predecible. Todos saben que sus padres les esperan para cenar. Nuestros amigos saben que cenaremos juntos el sábado, los abuelos saben que les iremos a ver el domingo, en el trabajo saben que cumpliremos un horario y podremos después tomar un café juntos.

Este sistema tiene muchas ventajas. La vida está llena de obligaciones que debemos de cumplir y que nos ocupan muchas horas del día. Las relaciones con nuestro cónyuge, nuestros hijos, nuestra familia de origen o la política y con nuestros amigos o compañeros de trabajo, necesita tener un tiempo preestablecido, porque sino, corre el riesgo de no producirse.

Ritos y costumbres: nada da igual

Los ritos pueden ser tan sencillos cómo dar un paseo al llegar del trabajo, tomar un café a media mañana con los compañeros de trabajo, o celebrar una fiesta de cumpleaños o una boda.

Los ritos tienen importancia en todo tipo de relaciones. Los relacionados con la alimentación y la hora de irse a la cama ayudan a los padres a establecer lazos afectivos con sus hijos. Estas actividades cuando se llevan expresamente pueden llegar a ser importantes para esa familia el resto de su vida.

Al reunirnos para algo o tener la costumbre de… vamos viviendo de una determinada manera. Esa manera de vivir configura nuestra personalidad y nuestra vida . Si detrás de ese modo de vivir hay una razón que le da su sentido, eso significa que nuestros ritos traducen lo que queremos que sea nuestra vida.

No da lo mismo que te den un beso de buenos días y otro de buenas noches , que te esperan para comer y para cenar, que te feliciten el día de tu cumpleaños, que te pongan la comida que te gusta, que te llamen para salir a cenar los viernes , que te reclamen para salir un fin de semana, que te lleven un café a la cama, te recuerden lo que de otro modo se te olvidaría*casi nada da lo mismo.


Los ritos poseen mucho poder potencial en nuestras relaciones porque simbolizan los valores que compartimos. Proporcionan un punto de unión siempre que dos personas se reúnen entorno a una actividad, creencia o causa común.


Hay personas que por sus múltiples aficiones y actividades, se encuentran con mucha gente. Eso les alegra la vida y les enseña muchas cosas de los demás. Crean lazos afectivos a veces muy profundos.

Entre marido y mujer, los ritos, las costumbres, que vayamos adquiriendo, determinan el tipo de relación que vamos a construir. Nada da igual.

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