Tanto en las consultas como en las conversaciones entre amigos, se oye: «Las personas no cambian, esta situación no va a mejorar«. Esta es una de las causas por las que tantos matrimonios no mejoran. Semejante afirmación frustra el cambio, porque despoja a las personas de la motivación necesaria para ensayar algo constructivo, modificar el pensamiento y la conducta propios.
Los cimientos de una relación de pareja como son la lealtad, la confianza y el compromiso. Hay cambios que una pareja puede realizar para mejorar su vida conyugal. El objetivo será aportar mayor satisfacción a la vida de relación, y aliviar los sufrimientos innecesarios y las situaciones ingratas.
Cómo reforzar los cimientos de una relación
Para reforzar los cimientos de una pareja, hay que concentrarse en los puntos débiles de esos pilares, tratando de aumentar:
– La confianza.
– La cooperación.
– La dedicación.
¿Que actitudes y acciones están socavando esos cimientos?
Una vez conseguida una actitud constructiva y cooperadora, se puede empezar a hacer cosas para mejorar la relación.
Modo de trabajar la conducta:
1. Se puede intentar fijar la atención en las acciones agradables del cónyuge y en reconocerlas como tales. Suelo aconsejar incluso ponerlas por escrito. De ese modo hacemos el esfuerzo de plasmar sólo lo positivo, y la actitud va centrándose en examinar con ¡buenos ojos!
2. Pensar en detalles que den una mayor satisfacción al cónyuge y aumenten indirectamente la propia. De este modo, ya hemos creado una atmósfera favorable y estamos listos para abordar el propio pensamiento que puede ser improductivo. Esta tarea es más costosa por ser profunda, pero con la ayuda de un profesional si el pensamiento virará a ser más productivo.
Así, estamos listos para:
1- Mejorar la comunicación: el dialogo debe de ser más claro y de mayor calidad y escudando de forma activa. Conforme vamos eliminando interferencias en la comunicación, podemos ensayar técnicas para enfrentarnos con la ira.
2- Modificar las tendencias a exagerar, «tremendizar» y deformar.
3- Eliminar las costumbres y modelos indeseables, para resolver problemas prácticos del matrimonio como los asociados al estrés, sexo y profesiones de ambos.
4- Aumentar la colaboración: afectiva, sexual, domestica, intelectual…
5- Analizar las resistencias a los cambios: podemos tropezar con actitudes o convicciones que debiliten las motivaciones que nos impulsaban.
¡Mucho ánimo!
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