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Las vitaminas y sus tipos, ¿cuál necesitas?

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Tipos de vitaminas y para qué sirve cada una

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La dieta equilibrada es la que aporta todos los elementos suficientes para mantener nuestra salud. Las vitaminas y sus tipos son un suplemento y nunca un sustituto. Es importante recordarlo hasta la saciedad ya que una gran mayoría de personas siguen una dieta equivocada y descompensada con un incremento del consumo de grasas y un abandono de los alimentos básicos en nuestra alimentación como son las frutas, las verduras y legumbres donde se encuentran buena parte de las vitaminas.

En cualquier caso, es fundamental que las vitaminas se consuman durante el periodo que suframos síntomas de cansancio y fatiga excesivo y abandonarlo cuando estos hayan desaparecido. «Cuando los suplementos incluyen minerales, es importante consultar con un especialista que nos dictará el periodo de descanso», afirma el doctor Javier Lavilla, especialista de la Clínica Universitaria de Navarra.

Bajo ningún concepto se recomienda una ingesta de vitaminas por encima de la recomendada por el médico, ya que un consumo excesivo de vitaminas no está exento de riesgos, tal es el caso de la vitamina C que se ha convertido en una moda y que puede originar la formación de cristales en la orina.

Las vitaminas y sus tipos: una para cada función

Vitamina A
Protege la piel y las mucosas, sobre todo las del ojo y las vías respiratorias, e interviene en la formación de los huesos, aumenta la resistencia del organismo y mantiene el buen estado de los tejidos. Su deficiencia produce sequedad y descamación en la piel, ceguera nocturna y fotofobia. Los alimentos donde podemos encontrar esta vitamina son: tomate, zanahorias, queso, huevos, aceite de hígado de bacalao, nata y espinacas.

Vitamina B1
Se encuentra en alimentos muy variados y cumple diversas funciones. Por ejemplo la B1 favorece la transmisión del impulso nervioso y el buen funcionamiento del aparato digestivo. Si nuestro organismo carece de esta vitamina será probable que padezcamos beriberi, trastornos del sistema nervioso, debilidad muscular y palpitaciones. Se encuentra en los guisantes, la carne de cerdo, lentejas y pan integral.

Vitamina B2
Esta vitamina aumenta la resistencia del organismo. Interviene en el metabolismo de las proteínas e hidratos de carbono. Los efectos de su deficiencia son lesiones en las mucosas, conjuntivitis, disminución de la agudeza visual. Los alimentos que la contienen son los vegetales verdes, los huevos, la leche, los aguacates y el salvado.

Vitamina B5
Regula el metabolismo de las grasas e hidratos de carbono. Si una persona carece de esta vitamina puede padecer retardo en el crecimiento, ardor de pies y poca resistencia a las infecciones. La podemos encontrar en alimentos como el hígado y el riñón de ternera, levadura, guisantes y cacahuetes.

Vitamina B6
Interviene en el metabolismo de las grasas y los ácidos. En muchas personas su ausencia provoca dermatitis, anemia y lesiones nerviosas. Se encuentra en alimentos como el pescado, las legumbres, el hígado, las carnes y la levadura de cerveza.

Vitamina B12
Es fundamental para el crecimiento de los jóvenes. Es anti-anémica. Su carencia produce en el organismo anemia perniciosa, agotamiento y debilidad general, lesiones nerviosas. Se encuentra en la leche de vaca, queso, hígado, huevos y ostras.

Vitamina C
Esta vitamina es conocidísima como la antigripal y la antioxidante. Protege de enfermedades infecciosas, como la gripe y el resfriado. Son fuentes de energía de esta vitamina las fresas, las grosellas negras, las naranjas, el limón, los tomates y los pimientos.

Vitamina D
Es una formidable calcificadora, es decir, fija las sales de calcio necesarias para la construcción de los huesos, además de contribuir a la fijación del calcio. Regula la osificación y aumenta la resistencia a las infecciones. Se encuentra en el aceite de hígado de bacalao, la yema de huevo y la crema de leche.

Vitamina K
No se trata de una sola vitamina, sino que se trata de un grupo de varias vitaminas. En los humanos es sintetizada por las bacterias intestinales del colon. Interviene en la coagulación de la sangre. Su carencia produce hemorragias por las causas más insignificantes. La podemos encontrar en las espinacas, la col, la coliflor, el tomate y la zanahoria.

Macerena Funes
Asesoramiento: doctor Javier Lavilla, especialista de la Clínica Universitaria de Navarra.

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