¡Cuánto se disfruta durante las visitas a otros hogares! Socializar es una de las mejores actividades que podemos realizar las familias y que definen una de las mejores cualidades que tiene esta especie: la empatía. Acudir a casa de un amigo y compartir parte de su alegría es algo maravilloso. Conocer las reglas de los buenos modales es imprescindible.
Sin embargo, los niños deben saber cómo comportarse cuando se acude a una casa que no es la propia y se está en compañía de otras personas. Por ello, hay que enseñar a los niños los modales que deberían conocer en las visitas a otras casas para no causar molestias y no alterar el buen rumbo de estas veladas, asegurando el disfrute de todos los participantes en este acontecimiento.
Modales que todo niño debe conocer: para la llegada
Cuando la familia llegue a la casa que se va a visitar el niño debe recordar que tiene que esperar su turno para entrar para respetar los buenos modales. No puede llamar constantemente al timbre esperando que de este modo los anfitriones abran antes ya que así lo único que se conseguirá es provocar molestias. También es de buena educación saludar a los que están presentes en este entorno. Decir «hola, qué tal estás» es algo muy simple y que no supone demasiado esfuerzo, pero que a menudo se olvida por parte de los más pequeños.
En el caso de que sea el menor quien acude a una fiesta en casa de unos amigos, es recomendable que lleve algún presente a los anfitriones o para todos los presentes en esta reunión. Alguna comida o alguna bebida siempre vendrán bien en estas situaciones para demostrar el agradecimiento por esta invitación.
Buenos modales durante la velada
Mientras dure esta reunión los niños deben entender que ellos no son los protagonistas, que no tienen por qué recibir más atención que el resto. De esta forma los más pequeños deberán permanecer en sus asientos sin montar un escándalo y sin subir el tono de voz en caso de que sus palabras no estén siendo atendidas. Respetar los turnos de palabra y pedir permiso para intervenir es un modal que debe inculcarse.
En el caso de que esta reunión incluya una comida, se deben recordar los modales básicos en la mesa. Masticar con la boca cerrada, nunca usar las manos para tomar alimentos (salvo en el caso de que el menú incluya sándwiches), usar una servilleta para limpiarse y nunca emplear la ropa para estos casos. En el caso de que se quiera repetir un plato, el menor debe preguntar al anfitrión siempre con un «por favor» en la frase.
Si hay otros niños presentes en la reunión y al terminar de comer se quieren ir a jugar, los niños deben pedir permiso a sus padres antes de abandonar la mesa. Por supuesto durante este momento de diversión los menores deben guardar las formas, hacer gala de sus buenos modales y no excederse en el volumen de su voz ni hacer nada que pueda alterar el buen orden. La tranquilidad debe mantenerse durante esta actividad para no molestar al resto de asistentes.
Al final de la velada: los modales de despedida
Una vez que esta visita se acerque a su final, los niños deben ayudar a recoger en el caso de que haya habido alguna comida de por medio o en el caso de que hayan jugado con sus semejantes en esta casa. En estos momentos los menores deben entender que deben hacer que todo quede tal y como estaba al inicio de la velada.
Los menores también deben saber que antes de abandonar la casa deben despedirse de los anfitriones de buenas formas y agradecerles la invitación a esta velada lanzando algún cumplido que indique lo bien que se lo ha pasado. Del mismo modo nunca deben apremiar a sus padres para abandonar este entorno rápidamente o teniendo una rabieta porque la despedida se está alargando más de la cuenta.
Damián Montero
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