Desde los tres meses hasta los doce, los bebés tienen una movilidad restringida, especialmente cuando estamos de paseo o en el parque, pero a la vez están ávidos de ver, tocar, oler, morder y recibir toda la información que puedan. Recuerda que están en una edad en la que deben ser estimulados al cien por cien.
Cuando estén en la silla de paseo hay que hablarles y ofrecerles juguetes distintos. Mientras paseamos con nuestro bebé, es un buen momento también para contarles todo lo que vamos viendo.
Cuando se habla de estimulación infantil muchas veces surge la cuestión del tiempo: a mi me gustaría hacer algo de estimulación, pero ¿cuándo? Es cierto que la vida moderna nos ha impuesto un ritmo frenético y lo urgente no deja tiempo para lo importante.
Por otro lado está la idea de que la estimulación es una actividad estructurada y se realiza en un recinto cerrado, y claro, no vamos a tener al niño todo el día en casa, también tiene que salir a pasear o al parque. Por este motivo, te proponemos una serie de buenas ideas para estimular a tu bebé durante el paseo.
¿Se puede hacer estimulación en la calle?
Es común ver en los parques bebés menores de un año sentados en sus sillas o en el suelo durante larguísimos ratos sin recibir más atención que cuando tiran (por enésima vez) el juguete que están hartos de ver, tocar, oler, chupar y también tirar, con los ojos que se les salen de las órbitas buscando niños corriendo u objetos que se les aporten algo de información. Esto es un grave error. Los niños también se cansan de las cosas de siempre y necesitan conocer cosas nuevas.
Ideas para estimular a tu bebé durante el paseo
Por lo tanto, hay que empezar en casa. A la hora del paseo, díselo, aunque creas que no te entiende: «Cariño, nos vamos de paseo». Cuéntale todas las cosas que vais a ver y a hacer. Mientras le vistes, puedes indicarle los nombres de todas las prendas de vestir que le estás poniendo, para que sirven y cuál es su utilidad.
Tan pronto estéis fuera tienes que comenzar a hablarle y no parar hasta que lleguéis a vuestro destino. Muchos adultos pasean a los niños sin decirles ni pío, haciéndoles una carantoña de vez en cuando, mientras ajustan el gorrito para que les tape la orejita. Date cuenta que tú conoces el nombre de todo cuanto ves, pero él no conoce el nombre de nada, cuéntale qué está viendo y qué significa. Y así, hablando sin parar hasta llegar a nuestro destino. Naturalmente al llegar al parque le diremos el nombre de todos los juegos que hay y en los que «montarás cuando seas un poquito más mayor», y le diremos todos los amiguitos que hemos visto de nuevo.
Estimulación ‘callejera’: cuéntaselo todo
Es el momento de sacar de la bolsa del cochecito los 4 o 5 objetos que has traído hoy para la estimulación. Acuérdate que tienes que variar esos juguetes y que además, le debes explicar para que sirven (ver ejercicios).
Naturalmente esta estimulación «callejera» no tiene porque quedar limitada a los momentos que dedicamos a salir al parque. Habitualmente tenemos muchas cosas qué hacer y los niños nos acompañan quieran o no. Por ejemplo, cuando vamos a recogerles de la guardería. Quizás acabamos de trabajar, estamos cansados y nos gustaría simplemente relajarnos oyendo música o algún programa de la radio, pero es un momento ideal para ir contándoles lo que hemos hecho y cómo nos sentimos.
Es muy posible que no entiendan lo que les estamos contando, pero a ellos les encanta oír que nos dirigimos a ellos, y además, les enseñamos que estar juntos no es simplemente estar cerca, sino también prestarnos atención unos a otros. Ya llegará el día en que él sepa hablar y tú estés deseando que te cuente qué ha hecho ese día en el cole. Por eso, es importante que le enseñes a hacerlo ahora.
Aprovecha los minutos: estimulación musical
Si estáis cansados, sin ganas de hablar, aprovecha para hacer estimulación musical. Dile qué música vais a escuchar y ponle algo adecuado a sus gustos (las tertulias radiofónicas, entretenidas como son para los adultos, a los niños no les aportan nada).
Si ves la estimulación desde esta perspectiva comprenderás que aunque tengamos poco tiempo para ellos, cada minuto podemos llenarlo de calidad. Eso es lo importante.
Ejercicios para estimular a tu bebé durante el paseo
JUGUETES EN LA SILLA. Un día puedes llevarte frutas de plástico y hablarle de cada una de ellas, su color, su sabor, de donde vienen, etc. Otro día puedes llevar fichas con imágenes de objetos y enseñárselas. Otro día, si ya tiene la suficiente coordinación manual, le puedes llevar 5 ó 6 bloques de madera y jugar a hacer torres o figuras.
PASEO DIALOGADO. El niño debe escuchar también nuestra voz mientras vamos paseando. Muchas sillas están colocadas mirando hacia nuestra cara. De esta manera nos ven y nos oyen. Si la silla está colada de frente para que observe la realidad mientras pasea, acuérdate que también debe escuchar tu voz aunque no te vea. Ya se girará la cabeza, estimulando con ello sus articulaciones.
HABLAR TAMBIÉN CON ÉL. Debemos tener siempre presente a nuestro hijo cuando vamos al parque. Muchas veces le dejamos aparcado en la silla o en la arena si ya se sabe sentar, sin hacerle ni caso, mientras hablamos con una amiga o con nuestro cónyuge. También hay que hablar con él y de vez en cuando preguntarle: ¿tu que opinas de esto, hijo? Aunque no te entienda, te escucha y se está dando cuenta que le tienes presente.
Ignacio Calderón
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