Qué fácil es la vida con las nuevas tecnologías: con un click sabemos el nombre de aquel autor que se nos había olvidado, con otro conocemos la última hora de la actualidad internacional y si apretamos de nuevo sabremos qué hace aquel amigo que no vemos desde la adolescencia. Pero, ¿de verdad son beneficiosas? La respuesta es «no», para algunas facetas de nuestra vida como la comunicación en pareja en absoluto lo son.
Pese a que tengamos a nuestro alcance toda la información y nuevas tecnologías como los smartphones nos permitan estar conectados 24 horas al día durante los siete de una semana, en otros casos saca de nuestros círculos más cercanos.
Menos pantalla, más cara a cara
Las personas se pueden informar en cualquier momento del día gracias a la proliferación de la conexión a internet y de tecnologías como los smartphones. Sin embargo estas pantallas hacen que la gente se olvide del mundo que existe a su alrededor, de las charlas cara a cara y de la comunicación en pareja.
Por desgracia una escena cada vez más común en los hogares es los dos miembros de una pareja mirando sus dispositivos electrónicos y aunque estén frente a frente no se dirigen la palabra. Un contexto que se vuelve más irónico si se piensa que están comunicándose con otras personas pero obviando una charla con esa persona con la que comparten el día a día.
Aún no hay estudios amplios que demuestren una clara correlación entre el tiempo que las parejas emplean en mirar las pantallas de sus dispositivos móviles y la insatisfacción matrimonial. Sin embargo, un artículo del Pew Research llamado «Las parejas, internet y los medios sociales», de 2014, realizó encuestas a 2.250 adultos para conocer cómo estas relaciones convivían con la tecnología.
Los resultados mostraron que mientras el 72% de los usuarios adultos de la red creía que las nuevas tecnologías no ha tenido «ningún efecto real absoluto» en su matrimonio, y un 20% por ciento indicó tenían consecuencias negativas. Por otro lado, un cuarto de los encuestados dijo que sus parejas se distraían con su smartphone cuando estaban juntos, algo que realmente los molestaba.
Otras trabas a la comunicación en familia
No sólo los smartphones dificultan la comunicación en pareja, otros muchos aparatos y actitudes en casa también ponen muchas trabas:
– Televisores a los que en ocasiones se atiende más que a la pareja en determinadas ocasiones.
– Costumbres pequeñas que se transforman en rutinas molestas como por ejemplo ponerse a leer el periódico mientras se desayuna en lugar de hablar.
– No atender a la totalidad del mensaje. Muchas veces se prefiere expresar que ya se ha comprendido lo que se quería decir, cuando la otra persona aún no ha acabado de contarlo todo.
Ante estas situaciones hay que contrarrestar con acciones a favor de la comunicación en pareja:
– Mostrar afecto.
– La escucha activa que la terapia matrimonial tradicional tanto recomienda.
– Preguntar todo lo que se nos ocurra acerca del tema en cuestión, con verdadero interés. Enterarnos de verdad de qué se trata.
– Demostrar que estamos juntos ante cualquier cosa que esté pasando. Somos del mismo equipo.
– Hablarse siempre con respeto, sea el tema que sea.
– Tener en cuenta las ideas y los sentimientos del otro a la hora de tomar decisiones.
Damián Montero
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