Como no está clara su regulación, muchos jóvenes no valoran el riesgo de los cigarrillos electrónicos. Y algunos se están sumando a este producto, peligrosamente adictivo, porque, a diferencia del tabaco convencional, les tientan con sabores atractivos. De gominola, chicle, caramelo, etc., estos son sólo algunos de los tipos que existen en el mercado y que suponen el primer contacto de muchos adolescentes con el tabaco. Por este motivo varias asociaciones estadounidenses alertan del riesgo que entrañan estos productos.
Del electrónico al tabaco
El mayor riesgo que entraña el inicio con el cigarrillo electrónico es que provoca un hábito en los adolescentes: vapear. El hecho de asimilar esta rutina provoca que los jóvenes tengan más fácil iniciarse en algún momento en el tabaco y, como consecuencia, en otras drogas. Así lo afirma la doctora Hongying Dai, profesora asociada de servicios y resultados de salud del Hospital Pediátrico Mercy en Kansas City, quien asegura que el uso de estos productos abre las puertas del tabaquismo en la mayoría de las ocasiones.
Para demostrar su hipótesis la doctora Dai realizó un estudio en donde congregó a 16.500 adolescentes que no habían probado el tabaco nunca pero que sí empleaban cigarrillos electrónicos con sabores. A estos se les preguntó si en alguna ocasión pensaban probar cigarros reales y la mayoría contestó que efectivamente tenían en mente realizar esta práctica en un futuro.
Más difícil dejar de fumar
Este estudio también buscó comprobar si los usuarios de cigarrillos electrónicos tenían más o menos difícil dejar de fumar en un futuro. Para ello incluyó en este estudio la valoración de 1.300 adictos. De este grupo, más de la mitad también vapeaba como alternativa al tabaco tradicional. Sin embargo casi todos ellos confirmaron que pese al uso de estos productos, no les estaba siendo fácil abandonar este hábito.
Unos datos que contrastan aquellos datos que afirman que los cigarros electrónicos ayudan a dejar de fumar. Es más, emplear estos productos hace que sea más fácil iniciarse en el consumo de tabaco tradicional contribuyendo a la expansión de este hábito tan nocivo entre los más jóvenes. Además la doctora Dai también manifiesta que por culta de los vapeadores la concepción de los cigarros tradicionales sea más positiva.
Prevenir el tabaquismo
Tanto si se vapea como si no los padres siempre deben asegurarse de que sus hijos eviten a toda costa iniciarse en el tabaco. Estos son algunos consejos para este fin:
1. Aprende a emplear tu ejemplo como figura paterna para contrarrestar el posible atractivo del tabaco que enseñen algunas series o películas.
2. Enseña a tus hijos a decir «no» de manera firme cuando alguien les ofrezca un cigarrillo.
3. Habla de los efectos nocivos que tiene el tabaco en el cuerpo humano: hace que el corazón necesite realizar un mayor esfuerzo, causa daño a los pulmones, y es el causante de muchas enfermedades, incluido el cáncer.
4. Comienza a mostrar a los niños el peligro del tabaco desde edades tempranas para que desde pequeños sepan los efectos nocivos de este producto.
5. Si uno de los padres fuma, debe intentar dejarlo ante la llegada de un niño a casa, o al menos no hacerlo delante de ellos. De esta forma se evitará que el pequeño piense que el tabaco es algo bueno porque lo usan sus padres.
Damián Montero
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