¿Es tan nocivo el azúcar para la salud como el alcohol y el tabaco? Las autoridades sanitarias consideran que sí, y por este motivo pretenden gravar los productos altamente azucarados con medidas fiscales para minimizar el consumo de azúcar.
Con la intención de reducir el consumo de alimentos y bebidas con exceso de azúcar, debido a que causan graves enfermedades entre la población a nivel mundial, han comenzado a surgir iniciativas para minimizar el impacto del azúcar en nuestra salud. Así, han surgido varias iniciativas para disuadir a la población de su consumo mediante impuestos específicos. De esta forma, según señalan los expertos, al aumentar el precio del producto se reduciría el consumo de azúcar entre la población.
Ciudades como Berkeley, en California, o países como México, ya han adoptado la imposición de estas tasas al igual que Reino Unido o Filadelfia que, a partir de 2017, comenzarán a funcionar.
Iniciativas fiscales para reducir el consumo de azúcar
Los resultados de un estudio que se realizó en las zonas donde se habían implantado estas medidas fiscales impositivas demostraron que el consumo de azúcar se había reducido un 21 por ciento frente al aumento del 4 por ciento en las otras zonas sin el impuesto aprobado. Además, el consumo de agua se disparó un 63 por ciento, mientras que en las otras ciudades sólo había crecido un 19 por ciento. Las autoridades sanitarias de estas zonas detectaron que se trataba de una medida fiscal y sanitaria muy efectiva, ya que otorga notables beneficios para la salud de las personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no sólo apoya estas iniciativas fiscasles para reducir el consumo de azúcar, sino que solicita que la tasa de impuestos sea como mínimo del 20 por ciento sobre el precio de dichos productos para que se reduzca considerablemente los índices de consumo.
La OMS aclara que en la dieta no se precisa ningún tipo de azúcar, por lo que recomienda que las personas que tomen azúcares añadidos o tomen productos azucarados mantengan esa ingesta por debajo del 10 por ciento del total de sus necesidades energéticas. Si se quieren conseguir beneficios, lo ideal es rebajar ese porcentaje hasta el 5 por ciento. En cifras más manejables, esto equivaldría a tomar menos de una lata de refresco al día, unos 250 ml.
Azúcar: responsable de obesidad, diabetes y caries
El azúcar es uno de los causantes de padecer obesidad o diabetes tipo 2, enfermedades que están en aumento en nuestra sociedad. Otras consecuencias graves del consumo elevado de azúcar, es el posible desarrollo de una constante sensación de hambre, hígado graso o cáncer de páncreas, entre otras cosas. Y por útlimo, el azúcar es el responsable de desencadenar caries, la enfermedad más extendida a nivel mundial, con una tasa casi del 100% entre los adultos y entre el 60% y el 90% de los niños.
Actualmente, los llamados «azúcares libres» o añadidos, que los fabricantes incluyen en diferentes productos, como por ejemplo las bebidas azucaradas o los refrescos, son motivo de análisis por parte de todos los especialistas.
En el ámbito de la odontología, y respecto a enfermedades orales, consumir habitualmente bebidas azucaradas, alimentos con azúcares añadidos e incluso endulzar nosotros mismos nuestra comida, puede generarnos daños graves con el paso del tiempo en el esmalte dental. En este sentido, un doble agente dañino para nuestros diente es el gas. Las bebidas con gas poseen ácido carbónico y con el tiempo éste desgasta el esmalte dental, lo que aumenta la sensibilidad de los dientes y crea mayor predisposición para que se formen caries.
Marisol Nuevo Espín
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