El miedo es una de las emociones básicas de las personas. Es una emoción natural en los seres humanos y muy frecuente, todos en algún momento hemos sentido miedo. El miedo puede servirnos para evitar peligros y ponernos a salvo, pero en algunas ocasiones el miedo puede sobrepasarnos y tomar el control.
En estas ocasiones deja de servirnos, y se convierte en un impedimento. Ser capaces de conocer, y superar nuestros miedos, saber mirar de frente a aquello que tememos y decir adiós al miedo, nos permitirá librarnos de ataduras y nos permitirá desarrollar nuestras potencialidades.
El miedo es una emoción natural
Es una de las emociones básicas, y aunque sea considerada como una emoción negativa, el miedo cumple una función muy importante.
El miedo aparece cuando interpretamos una situación o estimulo como una amenaza contra nuestra integridad. Ante la amenaza aparece el miedo, como emoción que nos permite ponernos a salvo y protegernos de la amenaza. El miedo, por lo tanto, es una emoción muy útil y muy importante para la supervivencia.
Cuando el miedo deja de ser adaptativo
Pero los miedos, que son realmente útiles en situaciones de amenaza y de peligro, pueden convertirse en un obstáculo cuando no existe tal situación de peligro. Si sentimos miedo, o sentimos un miedo demasiado intenso, tanto que nos paraliza, en una situación en la que no corre peligro nuestra vida o integridad, estaremos reaccionando de manera inadecuada a la situación. El miedo en estos casos será una emoción que no nos sirve que nos limita y que nos controla.
El miedo deja de ser adaptativo en dos situaciones:
1. Cuando la situación que se interpreta como amenazante no lo es.
2. Cuando es demasiado intenso y generalizado.
¿Por qué el miedo nos controla?
El miedo, no está en las cosas que nos dan miedo, el miedo está en nuestro interior. El miedo es una emoción que vive en nuestro interior y puede llegar a tener mucho poder.
– El miedo aparece ante situaciones que son valoradas como amenazas. Estas situaciones se valoran así debido a experiencias, y aprendizajes previos en situaciones similares.
– Nuestra mente desarrolla creencias, a veces irracionales e inconscientes, que nos llevan interpretar amenazas no siempre reales.
– Cuando se interpreta la amenaza aparece el miedo que a menudo nos controla y nos limita.
– El miedo está en nuestro interior y por eso puede controlarnos, y sus consecuencias pueden ser muy negativas. A veces el miedo, nos impide lograr nuestros sueños, nos impide querer a los demás, confiar en alguien, confiar en nuestras posibilidades, intentar cosas nuevas, nos impide aprender y superarnos.
Claves para decir adiós al miedo
Librarnos de nuestros miedos es necesario para retomar el control de nuestras vidas y de lo que queremos hacer. No se trata de irnos al extremo opuesto y convertirnos en imprudentes, pero sí de valorar adecuadamente las situaciones y de este modo impedir que el miedo aflore en situaciones que no suponen un peligro.
1. Analiza tus miedos. No te engañes a ti mismo. Pon nombre a todo aquello que te da miedo.
2. Realiza un análisis de las situaciones que te causan miedo, cuanto miedo te causan y como te limitan. Anotarlo es una buena opción para darnos cuenta del poder que el miedo tiene sobre nosotros.
3. Identifica tus pensamientos, aquellos que provocan el miedo. Aquellas creencias que te hacen creer que una situación es amenazante. Como por ejemplo: pensar que haremos el ridículo hablando en público, pensar que no nos van a dar el trabajo que buscamos, que nuestros amigos no nos van a aceptar, o que esa persona nos va a rechazar y hacernos daño, etc.
4. Una vez identificados cuestiónalos, uno a uno. Piensa de otra manera más positiva y prueba poco a poco a enfrentarte a tus miedos.
5. A veces, solo es suficiente con ir haciendo poco a poco aquello que tememos para comprobar que la situación no es una amenaza.
Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga clínica sanitaria. Especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil. Directora de Educa y Aprende. Autora de la colección Estimular los Procesos de lectura y escritura.
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