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Mi niño finge estar enfermo, por qué lo hace

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¿Tu Hijo Finge Estar Enfermo? Aprende A Entender Por Qué Lo Hace
Foto: ISTOCK Ampliar foto

«Mami, me duele la barriga«, y sin embargo, tras llevarlo al médico, nos dicen que está como una rosa. O en mitad de una reunión familiar el niño se queja de una molestia que más tarde se desvela como inexistente. ¿Por qué fingen estos niños? ¿Qué les lleva a decir que les duele algo? En la mayoría de las ocasiones no es más que una forma de llamar la atención.

Una técnica con la que recordar que siguen ahí y que exigen que los adultos se giren hacia ellos. Sin embargo este comportamiento debe ser tratado adecuadamente y lo que es más importante, atajar la mentira para que nunca más se repitan.

Por qué fingen

Lo primero de todo es acudir al origen, al porqué . Esto se debe a que por lo general los niños tienen a imitar un comportamiento que han visto da como resultado una gran atención. Esto no quiere decir que los menores finjan porque ven a sus padres mentir, sino porque observan que las personas enfermas reciben cuidados y se convierten en el centro de atención.

Los más pequeños piensan que si se muestran enfermos, los padres responderán atendiéndoles y cumpliendo sus deseos. En ocasiones, es tal su deseo de ser atendidos que, aunque no haya enfermedad, el niño realmente se siente mal. Somatiza su estado de ánimo y lo siente como un padecimiento físico.

Cómo saber si están enfermos

Es muy importante diferenciar entre un caso real de enfermedad y uno falso. En el caso de que efectivamente el niño esté padeciendo alguna afección, habrá que iniciar el tratamiento. En caso contrario habrá que corregir su forma de actuar. Estas son algunas formas de saber si el menor miente:

Faltan los síntomas claros. Las mentiras tienen las piernas cortas y una de las formas en las que se les pilla a menudo es la falta de síntomas. El niño que dice está resfriado pero carece de mocos o de tos, es posible que esté fingiendo.

Los días de enfermedad. Las afecciones son aleatorias y uno nunca puede saber cuándo se va a poner enfermo. Sin embargo si se aprecia un patrón y el niño se pone malo cada vez que tiene cerca un examen o alguna responsabilidad, hay que fijarse bien si no está fingiendo.

Duración de los síntomas. Los síntomas pueden ser fingidos en la búsqueda de la atención. Sin embargo el niño puede de repente «curarse» tras conseguir sus objetivos, una prueba de que fingió para obtener atención o librarse de una responsabilidad.



Cómo actuar

Si finalmente se comprueba que el niño estaba fingiendo, lo primero será sentarse con él y hablarle de lo mal que está mentir. Hay que hacer entender que si no dice la verdad es posible que cuando esté enfermo de verdad no recibirá atención de verdad y seguirá padeciendo ese malestar.

También habrá que reprobarlos por este comportamiento para que vean que han obtenido el resultado contrario al que buscaban.

En otros casos en los que los niños son capaces de provocarse algunos síntomas, es importante recurrir a un especialista para tratar este asunto. Habrá que profundizar en los motivos por los que los menores se comportan así.

Damián Montero

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