«Amarillo y con ojeras, no le preguntes que tiene que está queriendo de veras». El refranero popular es muy sabio, pero en ocasiones, esta flojera que manifiestan los adolescentes puede estar ocasionada por una infección vírica conocida como mononucleosis o «la enfermedad del beso».
La enfermedad del beso o mononucleosis viene provocada por la presencia del virus Epstein-Barr (EBV), que se trasmite por la saliva. Recibe diversos nombres: «mono», mononucleosis o «enfermedad del beso». Principalmente afecta a los adolescentes y a los jóvenes, aunque podemos padecerla en cualquier etapa de nuestra vida. La incidencia real sobre la población es desconocida, ya que los estudios demuestran que la mayoría de nosotros la hemos padecido en algún momento de nuestra vida. La razón de su difícil diagnóstico no es más que sus síntomas se confunden a menudo con otras enfermedades comunes.
La enfermedad del beso se contagia también por la tos
El virus de la mononucleosis permanece vivo en la saliva durante bastante tiempo, razón por la cual la etapa de la adolescencia, donde hay un mayor contacto entre los jóvenes, es la que más incidencia tiene. Asimismo, se puede trasmitir también por la tos y los estornudos de las personas contagiadas, por lo que en ninguna etapa estamos exentos de contraerla.
Con frecuencia, la posibilidad del contagio de la mononucleosis causa preocupación tanto a los padres como a los jóvenes. En realidad, si no se presentan complicaciones, aparte de los molestos síntomas, es una enfermedad de la cual los pacientes se recuperan totalmente y no deja secuelas.
En los adolescentes tras el contagio, el período de incubación del virus puede ser rápido o tardar hasta 30 ó 50 días en presentar los síntomas, ya que es una enfermedad que cursa de modo diferente en cada paciente.
El cansancio principal síntoma de la mononucleosis
El cansancio extremo es uno de los primeros síntomas asociados con la enfermedad. Posteriormente, pueden desarrollarse otras molestias como la fiebre, el dolor de garganta, la inflamación de los ganglios del cuello y la axila, dolor muscular, debilidad y pérdida de apetito.
El doctor Vázquez explica que «es muy característico el intenso olor en el aliento que provoca la enfermedad», debido a la espectacular inflamación de garganta que padece el enfermo, por lo que en ocasiones es al entrar en la consulta cuando el médico empieza a sospechar de su existencia.
Al ser un virus que ataca el sistema inmunitario del enfermo, provoca una inflamación del hígado y del bazo.
Es entonces cuando el bazo se sale de la caja torácica y la membrana que lo cubre se tensiona, lo que lo hace más vulnerable a romperse. Por esta razón, la recomendación de los especialistas es el reposo y no practicar deportes por lo menos durante un mes.
Para su diagnóstico, el médico suele recomendar un cultivo de la garganta para descartar una posible infección y una muestra de sangre, que determina la existencia del virus en el organismo. La mononucleosis puede causar ciertas limitaciones físicas, pero generalmente sus síntomas mejoran entre dos y cuatro semanas.
Tratamiento de la enfermedad del beso o mononucleosis
Como hemos comentado anteriormente, al ser una enfermedad causada por un virus, no tiene tratamiento antibiótico. Tan sólo cuando la infección es muy importante, la reacción que provoca el propio organismo puede necesitar de medicación a base de antibióticos. Este sería el caso de una extrema inflamación de garganta, que impida respirar al paciente y por tanto, requeriría de corticoides para atajarlo. Es decir, al ser una enfermedad vírica los antibióticos no ayudan, a menos que el paciente tenga una infección secundaria.
El médico puede recetar ibuprofeno o paracetamol para mejorar los síntomas provocados por la infección (fiebre o dolores musculares), pero nunca para tratar directamente la enfermedad del beso.
Aunque la enfermedad del beso se asocia más con los adolescentes y jóvenes, también pueden padecerla los niños y los adultos. En estos últimos, los síntomas suelen presentarse más fuertes, ya que su sistema inmunológico no es tan fuerte como el de los adolescentes, pero también hay casos en que se pasa sin percatarse de la enfermedad.
Preguntas frecuentes sobre la enfermedad del beso o mononucleosis
¿Cuánto tiempo tengo que hacer reposo? Al principio, hay que guardar reposo en la cama. Más adelante, cuando empiezan a aparecer de nuevo las fuerzas, hay que permanecer en casa relajado, durante 2 ó 3 semanas.
¿Puedo tomar líquidos? Al tener síntomas de enfermedades comunes, como la fiebre, hay que actuar como lo haríamos antes éstas, como tomar líquidos en abundancia para evitar la deshidratación, o hacer gárgaras con sal o con limón para la garganta.
¿Qué medicamentos puedo tomar? Ningún antibiótico, a no ser que lo prescriba el médico. Para los síntomas y también por consejo del especialista, puede ayudar el paracetamol, el ibuprofeno o la aspirina (nunca en niños, pues puede provocar el Síndrome de Reye).
¿En qué momento debería acudir a urgencias? Cuando se produzca un dolor intenso en la parte superior izquierda del abdomen, pues puede ser por la rotura del bazo. Si fuese así, se debe intervenir quirúrgicamente para extirpar el bazo.
¿Debo tomar alguna medida de precaución? Una vez infectado, no se debe compartir los cubiertos, vasos o platos. Ponerse una mascarilla o taparse la boca al toser o estornudar. No besar al enfermo, aunque sea un niño pequeño y nos dé lástima.
¿Todo el mundo se recupera con la misma facilidad? No. Cada paciente cursa la enfermedad de manera específica. Los niños y jóvenes suelen recuperarse más rápidamente. Los adultos suelen quejarse de que tardan años en «volver a ser lo que eran».
¿Puedo tomar alcohol? Es fundamental no tomar nada de alcohol, ni tan siquiera una copita de vino en las comidas, hasta que se esté totalmente recuperado. Al estar afectado el hígado, el alcohol hacer que volvamos a perder todas las fuerzas tras su ingestión.
Dolores Cabello Calzado
Asesoramiento: Dr. Luís Alberto Vázquez. Pediatra de Atención Primaria. Centro de Salud Mirasierra. Madrid.
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