Si nuestro hijo es introvertido, si le cuesta abrirse, expresarse y relacionarse con los demás, tenemos que vigilar que no acabe por excluirse de la sociedad. Y podemos ayudarle a acercarse a otros niños y fomentar la amistad.
Evitar la reclusión
Si bien una personalidad introvertida no debe ser entendida como algo malo, hay que velar por que el niño termine recluyéndose en su entorno más cercano. Los padres deben intentar que sus hijos se interesen por actividades deportivas y no dediquen demasiado tiempo a los videojuegos o a otras actividades que los hagan permanecer en casa.
No hay que forzarles a que exterioricen sus sentimientos porque ellos prefieren guardarse sus pensamientos. Es un error que se comete muchas veces al acusar a un niño introvertido de ser vergonzoso. Provoca que el pequeño se sienta despreciado por algo que no es en absoluto malo. Simplemente prefiere compartir sus reflexiones con personas muy cercanas.
Consejos para ayudar a un niño introvertido
Los niños introvertidos pueden tener más dificultad para hacer amigos porque les cuesta abrirse al mundo. A los padres les toca ayudar teniendo en cuenta siempre que no se debe presionar a los más pequeños a cambiar su personalidad ya que si el niño percibe que su forma de ser no es aceptada por los mayores, terminará por sentirse despreciado:
– Facilitar ocasiones en las que se pueda relacionar con otros niños. Menos pantallas y más salidas al parque, y en él siempre tratar que haga amigos. Una buena solución es invitar a que otros hijos participen en un juego de pelota. Si los hijos están en Primaria, una buena idea es fomentar los deportes de equipo.
– Nunca criticar que tiene pocos amigos. A las personas introvertidas les cuesta más compartir sus sentimientos con otros. Por este motivo es natural que un niño con esta personalidad se rodee de grupos más bien pequeño. Hay que respetar esta decisión.
– Enseñarle las técnicas de diálogo. Es posible que un niño introvertido no sepa cómo comportarse en ciertas situaciones sociales. Por este motivo hay que enseñarle a respetar los turnos de palabra y saber cómo actuar.
Damián Montero
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