La migraña es una enfermedad que afecta especialmente entre los 20 y los 50 años y tiene un gran impacto médico, social y económico. La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que más de 3,5 millones de personas padecen de migraña en España y de ellos, casi un millón la sufren de forma crónica, es decir, tienen dolor de cabeza más de 15 días al mes.
Los datos del Estudio PRIMERA, realizado en España por miembros del Grupo de Estudio de Cefaleas de la SEN, apuntan que más de un 70% de los pacientes con migraña presentan una discapacidad grave y un 14% una discapacidad moderada. Pero a pesar de la elevada discapacidad, muchos son los pacientes que nunca han consultado con su médico su patología o, si lo han hecho, no han recibido un tratamiento adecuado.
La migraña, ¿sabías que…?
1. Sólo el 17% de los pacientes con migraña que acuden por primera vez al neurólogo utilizan una medicación correcta para el tratamiento sintomático de sus crisis
2. Un 25% de los pacientes que padecen migraña necesita tratamiento preventivo, pero sólo un 5% lo recibe.
3. Al menos un 25% de los pacientes no han consultado su dolencia con el médico y un 50% abandona el seguimiento tras las primeras consultas.
4. Cada año, un 3% de los pacientes con migraña cronifican su enfermedad, principalmente por la automedicación.
5. Un 3% de los pacientes con migraña cronifican su enfermedad y un 6% de los pacientes pasa de tener una migraña episódica de baja frecuencia a una de alta frecuencia.
La migraña, primer motivo de consulta neurológica
Se calcula que la prevalencia de la migraña es del 12-13%, aunque las consultas de atención primaria solo registran el 4,5%. La Dra. Patricia Pozo Rosich, Coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología señala que «uno de los principales problemas de no consultar la enfermedad con el médico es que un elevado porcentaje de los pacientes que nunca han consultado suele utilizar fármacos de libre dispensación, sin el consiguiente control médico y éste es uno de los principales factores que elevan significativamente el riesgo de cronificación».
Cuando la migraña se hace crónica se suceden más días con dolor que días sin dolor. Esto supone un gran impacto en el ámbito personal y social, afectando gravemente a la calidad de vida, discapacidad y actividad diaria. Estos pacientes tienen el doble de posibilidades de sufrir depresión, ansiedad y dolor crónico, respecto a otros que su migraña no es crónica.
El origen de la migraña, ¿por qué me duele tanto la cabeza?
La base genética está en el origen de la migraña. Así existen personas más vulnerables al sistema del dolor. No obstante, otros factores ambientales, como alteraciones hormonales, del sueño, estrés y de otro tipo, modulan la expresión de estos genes involucrados en la excitabilidad del cerebro, en la memoria del dolor o en los estados anímicos, lo que hace que la compleja red de dolor del sistema límbico esté en un permanente estado de inestabilidad. Los ataques de migraña se desencadenan por la suma de varios de estos factores, provocando la activación del sistema trigeminovascular de nuestro cerebro.
En el caso de la migraña episódica, el sistema es capaz de volver a un estado de equilibrio, pero en el caso de cronificarse el dolor, los propios ataques repetidos podrían llevar a la disfunción permanente de esta compleja red, lo que evitaría la restauración del equilibrio del sistema.
Soluciones para evitar ataques de migraña
El tratamiento preventivo es lo que mejor funciona cuando la migraña es difícil de controlar y aumenta en frecuencia y duración. No obstante, algunos factores externos pueden actuar como precipitantes y evitarlos, en lo posible, debe formar parte del tratamiento.
Según datos del Estudio FACTOR, realizado en España por la SEN a casi 1.000 pacientes, el 97% de los participantes identificaron al menos un factor precipitante de sus crisis de migraña. El 71% reconoce el estrés como desencadenante, el 75% de las mujeres apuntan los cambios hormonales por la menstruación, embarazo o menopausia y el 68% de los encuestados los trastornos del sueño.
Los factores ambientales (59,55) principalmente por los cambios de tiempo (33,5%) o la sobreexposición al sol o la claridad (22%), son la cuarta razón más señalada, seguida de ciertas conductas dietéticas (55%) -ayuno y consumo de alcohol (31%), principalmente- y de los relacionados con el esfuerzo o actividades físicas (21%).
Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Dra. Patricia Pozo Rosich, Coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología
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