La depresión es una enfermedad que puede ser muy grave, es la mayor causa de sufrimiento mental de las personas. Normalmente, asociamos la depresión a los adultos, ya que solemos tener una imagen idealizada de la infancia y adolescencia, suponiendo dichas etapas ajenas a todo problema o sufrimiento.
Sin embargo, la adversidad puede sucederse en estas etapas, siendo además etapas de gran vulnerabilidad, ya que se trata de individuos en desarrollo, que puede que no tengan recursos para afrontar las situaciones adversas. La adolescencia, es además una etapa de grandes cambios, físicos, sociales, personales… que se convierte en una gran revolución y un tremendo estallido emocional, que en algunos casos puede conducir a una depresión en adolescentes.
La depresión adolescente
La depresión es una enfermedad grave que también afecta a los adolescentes. En España un 5% de los adolescentes padecen esta enfermedad. La adolescencia es una etapa de grandes cambios, que supone la transición de la niñez a la vida adulta. Es la etapa en la que se reafirma la identidad personal y el rol social, se desarrollan las bases de la autoestima, y se inician interacciones con los iguales que cobran mayor importancia.
Por todas estas características de la etapa, la adolescencia se convierte en un periodo especialmente vulnerable para aquellos que padezcan depresión. Es decir, la depresión en la adolescencia puede tener importantes consecuencias en quienes la padecen, determinando la imagen que formen de sí mismos, la manera de percibirse y las emociones que desarrollen hacía sí mismos, así como sus patrones de interacción con los demás.
La depresión es un grave trastorno que puede tener consecuencias peligrosas si se da en una etapa de desarrollo y por lo tanto mayor vulnerabilidad como es la adolescencia. Es por ello fundamental prestar especial atención a los posibles signos de alerta y recurrir a un especialista cuanto antes.
8 signos de alerta de la depresión adolescente
¿Qué señales nos pueden indicar la existencia de depresión en los adolescentes? La adolescencia es una etapa de cambios, donde las emociones pueden y suelen estar a flor de piel, pero no debemos confundir los estallidos emocionales propios de la etapa con un trastorno más grave. Para ello, analizaremos los signos de alerta:
1. Sentimiento de tristeza, que permanece y se mantiene en el tiempo. Los adolescentes pueden tener estallidos de tristezas o mal humor, pero estos estallidos, aunque sean muy intensos, remiten en poco tiempo, a veces apenas unas horas. En cambio cuando el sentimiento de tristeza es constante, aunque menos intenso, podemos tener indicios de depresión.
2. Descuido en el aspecto físico y falta de higiene. Los adolescentes suelen preocuparse mucho por su aspecto físico, la apatía en este aspecto resulta muy característica.
3. Suele pasar el tiempo escuchando música melancólica, leyendo sobre temas trágicos y el poco sentido de la vida, o escribiendo sobre ello.
4. Parecen aburrirse con todo, tienen muy baja energía y se muestran muy apáticos con todo. Los adolescentes suelen tener una energía desbordante y ganas de comerse el mundo, cuando esto no es así, podemos sospechar que ocurre algún tipo de problema.
5. Aislamiento social. Apenas tienen amistades, y parecen rechazar salidas, o encuentros sociales. Para los adolescentes el grupo de iguales cobra una importancia crucial, el aislamiento es una señal de alarma muy preocupante.
6. Baja autoestima. La depresión suele estar unida a la baja autoestima.
7. Malestar físico. En ocasiones aparecen síntomas físicos, como dolores de cabeza o estómago, mareos, náuseas, etc.
8. Falta de concentración y bajada del rendimiento escolar. Un adolescente deprimido suele presentar malas notas por sufrir una baja concentración, además tienen problemas de memoria y dificultad para tomar decisiones. Estos síntomas se plasmen en peores resultados académicos.
¿Qué debemos hacer ante la depresión adolescente?
La depresión es una enfermedad especialmente grave en estas etapas, es por ello que debemos actuar cuanto antes y ayudarles a desarrollar recursos para afrontar el trastorno.
1. Acude a un especialista si observas signos de alerta para confirmar o descartar la enfermedad.
2. Muéstrate comprensivo y paciente con el/la adolescente.
3. No trates de presionarle para que cambie o deje de estar deprimido, recuerda que no es algo que haya elegido, pero que tal vez no tenga recursos para salir de la situación, deja que sea un especialista el que se encargue de ello.
4. Dale oportunidades de desarrollar su autoestima, y ayúdale a ello. A veces, sin darnos cuentas minamos su autoestima. El primer paso es aceptarles tal y como son.
5. Trata la enfermedad con naturalidad y no hagas un drama de la situación, podría empeorar la situación.
6. Educa con tu ejemplo, presta atención a tus estados de ánimo y tus estrategias para afrontar determinadas situaciones, recuerda que los niños y niñas suelen imitar nuestros patrones.
Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga clínica sanitaria. Especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil. Directora de Educa y Aprende. Autora de la colección Estimular los Procesos de lectura y escritura.
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