Hacer de nuestros hijos ejemplares más que una meta, es una obligación que todo padre debe marcarse desde que recibe la noticia de la próxima llegada de un nuevo miembro a la familia. Para ello, educar en valores es algo que debe hacerse desde el principio y enseñarle formas correctas de comportamiento y buenos modales para que sepan cómo actuar en todas las ocasiones.
Dedicar tiempo a inculcarles estas normas de comportamiento y enseñarle estos modales es tarea de los padres, quienes son grandes responsables de la forma de proceder que tengan sus hijos una vez que sean adultos ya que son ellos sus primeros referentes y el primer espejo en donde los más pequeños se mirarán antes de tomar una decisión sobre cómo actuar.
¿Por qué son importantes los buenos modales?
Un niño que sabe cómo comportarse es de primeras mucho más encantador que otro que siempre esté haciendo travesuras y que no deje incordiar con sus actuaciones. En definitiva, un niño bien educado siempre será mejor recibido en todos los ámbitos al contrario que otro que no. Cimentar unas bases en donde los valores de la buena educación y modales correctos, servirá para que en el futuro haya una buena base para conseguir que el pequeño se convierta en un ciudadano ejemplar.
En última instancia, son los padres los responsables de hacer ver a los niños que esta debe ser la forma de actuar siempre. Ellos nacen sin entender el funcionamiento del mundo, y somos nosotros su primera guía para indicarles el camino correcto. Los más pequeños no entienden que en determinada situación hayan hecho algo malo, si previamente no se les ha regañado por ello. Es por este motivo por el que nunca se debe recurrir al «ya se le pasará» o reírle la gracia, desde el primer momento hay que tratar de enseñar buenos modales a los menores.
10 buenos modales que enseñar
¿Y qué es lo que hay que enseñarles a los más pequeños para que sean niños elegantes? ¿Cuál es el camino a seguir? Aquí te recomendamos 10 buenos modales que todo niño debería conocer para comportarse de forma correcta tanto en casa, como fuera de ella:
1- Pedir «por favor». Tanto en casa como en fuera de ella si el niño quiere algo y se lo pide a otra persona, debe saber que un «por favor» en la frase ayudará más que una imposición.
2- Decir «gracias». Si alguien hace algo por ellos, les dan un regalo, les sirve el postre, etc. han de saber que a esta persona siempre hay que decirle gracias por ese esfuerzo, por mínimo que sea, que ha dedicado a hacer feliz al pequeño.
3- Saber reclamar la atención. Hay ocasiones en las que un niño quiere entrar en una conversación o quiere dirigirse a una persona para hacerle una pregunta, en esta ocasión los buenos modales dictan que si es un desconocido se le debe hablar de usted y que siempre mediar un «disculpe» o un «por favor, podría decirme».
4- No reírse de los demás. En algunos momentos los niños pueden ver por la calle a alguien con un defecto físico llamativo, e incluso en algunos de sus amigos o compañeros de clase. Los más pequeños pueden ver esta característica como algo gracioso y de lo que hacer bromas, hay que decirles que esto no es motivo de chiste y reñirles si se les escucha reírse de estos defectos.
5- Devolver la cortesía. Cuando otros adultos se dirijan al niño y les pregunten qué tal están o les digan algún cumplido, los más pequeños deben saber que deben devolver la cortesía e interesarse por el estado de la otra persona.
6- Llamar a las puertas cerradas. Si hay una puerta cerrada, el niño debe saber que puede ser que haya otra persona detrás que la ha cerrado. Para evitar molestias, siempre se ha de llamar a la puerta para saber si un baño está ocupado por ejemplo, o para entrar en otra habitación en donde no se sabe si se tiene permiso para entrar.
7- No poner motes. En relación con el punto 4, hay veces en las que una característica de alguna persona sirve para que los niños le pongan un mote. Se debe hacer entender al niño que esto es de mala educación y que podría herir los sentimientos de la otra persona y que por supuesto, no tiene gracia alguna.
8- Pedir perdón. A veces, con el desarrollo del juego es posible que sin querer hagan daño a otros niños o que simplemente choquen con ellos corriendo, en estos casos los más pequeños deben saber pedir perdón si han sido los culpables de este accidente.
9- Siempre ayudar. Cuando alguien de la familia o del colegio requiera la ayuda del más pequeño, este siempre debe estar dispuesto a colaborar en esta tarea que se le solicita.
10- Decir hola. Si el niño se cruza con algún conocido, ya sea amigo, familiar o vecino, lo correcto es saludarle con una sonrisa en la boca.
Damián Montero
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