Leer es uno de los mayores placeres para los adultos. Además la lectura también es una forma de crecer en libertad y de adquirir todo tipo de conocimientos y experiencias que no se podrían alcanzar sin estos amigos con letras. Por ello es importante transmitir eso a nuestros hijos, para quienes la lectura supone uno de los pasos más trascendentales de toda su educación.
Y es que a los niños les gustan los libros mucho antes de nacer y disfrutan cuando los les cuentean cuentos. Esto supone una de las primeras experiencias literarias que además puede convertirse en el pilar donde más tarde se edificará el posible afán por la lectura de nuestros hijos. Por ello hay que saber cómo estimular a los más pequeños en este sentido ya que trabajar para que sean buenos lectores es algo muy beneficioso para su desarrollo, ya que la lectura estimula la imaginación y ayuda al progreso del pensamiento abstracto.
Prepara a tu hijo para leer
Como padres, nuestra misión es fomentar en nuestros hijos el gusto por la lectura ya que somos sus principales referentes en este campo. Para ello es importante que enseñar a los más lo divertido que puede llegar a ser la lectura y así prepararlo para cuando comience a aprender a leer.
Para ello nos podemos divertir con nuestros hijos mediante juegos, cantar canciones, tener conversaciones y leer en voz alta. Actividades para dar al pequeño habilidades de alfabetización, que posteriormente necesitarán en la escuela. Estas actividades ayudan al niño a comenzar a conectar las palabras que oyen con las que ven y este es el primer paso para que sea un buen lector.
La lectura es el resultado de muchos conocimientos que el niño irá adquiriendo a lo largo de toda su etapa preescolar. Es importante que en este momento le demos oportunidades para que pongan los cimientos de estos este aprendizaje, aquí te ofrecemos algunas actividades diarias donde el niño puede experimentar el placer de aprender a leer.
Juegos para fomentar la lectura
– Identificar las letras:
Entre los 3 y los 6 años, es decir, en la etapa de preescolar los niños ya saben mucho sobre el lenguaje. Saben que las personas hacen turnos cuando hablan los unos con los otros. Entienden que las letras tienen significado e incluso pueden identificar algunas letras del alfabeto. Memorizan sus historias favoritas y hacen ver que leen mientras van pasando las páginas del libro.
Dale a tu hijo oportunidades de practicar lo que sabe y de explorar todo lo que está impreso a su alrededor. La literatura debe ser un juego para él, que llene el mundo de su fantasía y que progresivamente amplíe y enriquezca su dominio del lenguaje. Si en casa tiene acceso a su pequeña biblioteca y le estimulamos para que pase ciertos ratos con los libros, la lectura será un placer para él, una auténtica diversión, aunque al principio le exija un esfuerzo, más o menos importante.
– Llama a las cosas por su nombre:
Hablar con tu hijo a lo largo del día es una de las cosas más importantes que puedes hacer para prepararlo para la lectura. Tus conversaciones le enseñarán nuevas palabras y le ayudarás a saber escuchar y hablar con los demás. Para asegurarte de que tu pequeño obtiene lo máximo en vuestras conversaciones, es aconsejable que utilices palabras que usarías con otros adultos, por ejemplo, hablar de coches y no de brum-brum.
Cuando le preguntes sobre cualquier tema, procura hacer preguntas abiertas, tipo «¿Por qué crees que ha pasado esto?» A la hora de contestarte, tu hijo debe encontrar en ti a un oyente paciente. Deja que complete sus pensamientos, pues esto ayudará a que fortalezca su confianza y mejorar su habilidad para expresarse.
– Leer en voz alta:
Varios estudios han demostrado que leer en voz alta es la mejor manera de dar a un niño aquellas herramientas que necesitará para ser un buen lector, oyente y estudiante. Leer junto a tus hijos es también un momento especial para ti y que ayuda a fortalecer el vínculo entre padre/madre e hijo. Deja que se acurruque a tu lado mientras ambos compartís los cuentos, reíros de la historia, de los personajes, ¡vividla!
Con los libros, el niño puede aprender muchas cosas como conceptos, el comportamiento que puede tener ante un libro (respetarlo, compartirlo, etc.), o las expresiones, a través de personajes con distintas personalidades. También aprenden a comprender los sentimientos, pues los protagonistas ríen, lloran, sufren, se lo pasan bien.
Por otro lado, es bueno buscar colecciones de libros que trasmitan valores como los libros de TJ, de la colección La Mochila de Astor (Ed. Palbra), o los libros Ki-Kids, de la colección Somos un Buen Equipo (Ed. Essential Minds), etc.
– Un ratito de lectura antes de irse a dormir:
Esta fase preescolar es muy importante porque es dónde tu hijo cogerá el hábito y gusto por la lectura. A los niños les encanta que les lean un libro antes de irse a dormir. Aprovecha y disfruta de ese momento con tu hijo. Le estarás procurando un recuerdo feliz de su infancia y les crearás un buen hábito para toda su vida.
– Cuando el niño empieza a leer:
Sé constante y trata de buscar un momento antes de que se vaya a la cama para compartirlo con él y con su libro favorito. Pero recuerda que los padres no podemos nunca obligar al niño, aunque sepamos de la importancia de la lectura. Si tu hijo rechaza leer puede que todavía no esté preparado o que no haya recibido suficiente motivación. Conocer el carácter de tu hijo te ayudará a buscar soluciones imaginativas para atraerle al mundo de la literatura que despertará su imaginación y creatividad.
– El ejemplo de los padres:
Para lograr hijos lectores es muy importante que os vean leer a vosotros, pues el niño aprende básicamente por imitación y por su propia creatividad. Podéis compartir algún tipo de libro o revista, de vez en cuando. En otras ocasiones es bueno comentar, preguntar, discutir, argumentar sobre todo lo que habéis visto o leído junto a ellos.
Leer cada día, aunque sean pocos minutos, (no es necesario que sea un libro, puede ser una revista o un cómic), ayuda a mejorar las habilidades de lectura y aprendizaje. Aprovecha esta etapa en la vida de tu hijo, pues es un buen momento para que adquiera este hábito.
Otros métodos
Además de los ejercicios ya mencionados, existen otras técnicas con las que podemos fomentar la afición por los libros en nuestros niños:
– Al salir de paseo o al ir a la compra, puedes jugar con los letreros y anuncios. Aprovecha aquellos que sepas que él identificará o sabrá leer. Felicítale cuando lo acierte o cuando encuentre palabras que tú le digas.
– Si en algún momento observas que le cuesta, puedes leerle una página tú y otra él. Aprovecha y refuerza las entonaciones para que se vaya acostumbrando a éstas y tenga una buena comprensión lectora.
– A los 6 años, el niño ya está en edad de leer, por lo que hay que continuar motivándolo con los temas que más le gusten. Por ejemplo, un libro que hable de su animal favorito, o de los grandes inventos de la ciencia. Lo importante es que coja el gusto para la lectura, que encuentre interesante pasar un rato con los libros.
– Si eres más bien una persona nerviosa, no te impacientes con tu hijo si ves que le cuesta un poco más. Si él nota que te altera, se bloqueará y no conseguirá leer ni una línea. Es mejor dejarlo para otro momento.
– A estas edades os ayudará empezar por libros que contengan mucha imagen y poco texto. Por ejemplo, los libros de adivinanzas, los diccionarios ilustrados infantiles, enciclopedias para niños, los libros de cómics. En definitiva, cuentos destinados a estas edades que prácticamente no tienen texto y muchas ilustraciones.
Ana Aznar
Asesoramiento: Silvia Gallostra, Psicopedagoga de Essential Minds
Te puede interesar:
– La magia de leer: cómo impulsar el amor por la lectura