Acaba Bachillerato y llega el momento más difícil de la vida de un estudiante: ¿qué carrera elegir? No es una decisión sencilla, y en ella influyen multitud de factores. ¿Por cuál guiarse? Puede que esta eterna pregunta sea más fácil de responder gracias a la creación de la primera plataforma de evaluaciones que permite conocer las fortalezas que hacen destacar a un futuro trabajador en una u otra profesión.
Para Ignacio Rubio, director ejecutivo de People Performance International (empresa que ha creado esta plataforma de evaluaciones), es necesario que los jóvenes se conciencien de que son sus aptitudes y habilidades personales las que deben ser tenidas en cuenta a la hora de elegir una carrera universitaria, pues muchas veces se dejan llevar de forma equivocada por emociones momentáneas o las presiones familiares.
Elegir la carrera universitaria equivocada
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) son claros cuando se refieren a las elecciones de los jóvenes. Según la Encuesta de inserción laboral de titulados universitarios, citada por People Performance International en un comunicado, casi tres de cada diez españoles que han pasado por la Universidad durante la última década cree que el título no le ha servido para encontrar trabajo y, lo que es peor, el 30% de los encuestados admite que, si pudiera volver al momento en el que se matriculó en su titulación, habría elegido una carrera distinta.
Otras cifras mencionadas por la empresa vienen a advertir sobre la necesidad de que los futuros universitarios tomen una buena decisión cuando eligen carrera: el Instituto de Estudios Económicos dice que el 30% de los universitarios abandonan el curso universitario elegido tras la Selectividad, lo que además tiene un coste para el Estado de 2.960 millones de euros.
«Estos datos se deben a que tras la prueba de acceso muchos jóvenes no tienen claro cuál les gustaría que fuese su futuro laboral», comenta Rubio, que admite que él mismo se vio en esta situación y perdió dos años de su vida estudiando una carrera que no se ajustaba a su personalidad. De su experiencia nació la idea de adecuar la herramienta DISC, creada en 1928 por William Moulton Marston, al ámbito estudiantil.
Fallos al elegir una carrera universitaria
El objetivo de esta plataforma es guiar a los futuros profesionales para que elijan el área de formación o estudios más acorde a sus habilidades y aptitudes personales. Para Rubio, al elegir una formación, universitaria o profesional, se cometen tres grandes fallos:
1. Fijarnos en las salidas y en los sueldos profesionales.
2. Presiones familiares para estudiar lo mismo que sus progenitores o porque tienen empresas propias y quieren asegurarse que el hijo o hija trabajará con ellos.
3. Los jóvenes «son difíciles de aconsejar y muchas veces les falta información»
«Las habilidades conductuales y la personalidad importan mucho a la hora de desempeñar una profesión u otra. Una persona introvertida que le cuesta hablar en público no puede presentar un informativo de televisión o alguien que le cueste hacer números no puede ser ingeniero porque el sueldo sea alto. Lo importante es sentirse cómodo con lo que vamos a hacer profesionalmente y tener aptitudes para desempeñar un buen trabajo», explica este emprendedor.
Es aquí donde entra en juego la herramienta que ha diseñado: la plataforma detecta esas características de la personalidad conductual de cada estudiante para posteriormente cruzarlas con las áreas vocacionales por las que tienen predilección y con la oferta educativa que más se ajusta a él. «El resultado es una guía para la decisión final, no obstante, no es mágica pero tiene un porcentaje de acierto del 96,5%«, afirma Rubio, que comenta que esta herramienta ya se está usando en colegios de España debido a que los propios alumnos y sus padres lo han pedido.
Damián Montero
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