Durante la adolescencia pueden presentarse problemas de comunicación en las familias, sobre todo, si el niño no ha adquirido una serie de hábitos fundamentales a lo largo de su infancia. Por eso, es importante fomentar la comunicación con los hijos desde que son pequeños para conocer su situación y su problemática a lo largo de todo su crecimiento.
Pero además, inculcarles una serie de hábitos fundamentales no solo va a mejorar la convivencia dentro de la familia, sino que les hará fomentar su propio sentido de la responsabilidad. La puesta en marcha de estos 10 hábitos antes de la adolescencia ayudarán a tus hijos en su propio crecimiento personal.
Son muchos los psicólogos que recomiendan corregir las malas conductas, comportamientos o actitudes. Es importante establecer unos límites y poner una serie de
El período en el que estos hábitos se fijan y pasan a formar parte de nuestra rutina es la preadolescencia. En esta etapa debemos sentar las bases para el futuro desarrollo personal de nuestro hijo. Reforzar su autoestima y motivarles será muy importante en esta etapa, en la que suelen surgir muchas inseguridades.
10 hábitos imprescindibles en la preadolescencia
1. Dedicar un tiempo cada día a hablar: en esta etapa de pre adolescencia, nuestros hijos suelen encerrarse en sí mismos y no les gusta hablar demasiado. Para evitar este aislamiento, podemos adquirir el hábito de hablar un poquito con ellos cada día. Cenar juntos es un estupendo momento para conectar y la familia suele estar reunida a esa hora. También es un estupendo momento para dialogar en familia.
2. No utilizar el móvil en la mesa: los niños aprenden de las conductas que observan en casa. Es importante para instaurar este hábito que tú como madre o padre, no utilices el móvil en la mesa. Además, también es importante controlar el uso de las pantallas en los niños (televisión, la consola, el PC*) No es recomendable utilizarlas durante más de media hora o una hora al día. Debemos fomentar su creatividad: que jueguen, que pinten, que bailen, que hagan deporte… No es bueno para su correcto desarrollo intelectual y físico permanecer horas y horas delante de una pantalla.
3. Jugar: la actividad más enriquecedora para un niño es jugar. Nunca más vuelven a la infancia por lo que es importante que jueguen y que conozcan amigos. Además los padres debemos estar al tanto de quienes son los amigos de nuestro hijo y animarle a compartir momentos con ellos.
4. Animarle a conocer sus intereses: a medida que vaya creciendo cambiará de aficiones o intereses, conocer qué le gusta o le apasiona o qué cosas detesta, te ayudará a no perder la pista a tu hijo y a seguir conociéndole.
5. Respeto: vivimos en sociedad y hemos de enseñar al niño a respetarse a sí mismo y a los demás, valorando al resto de personas por lo que son y dándole herramientas para cultivar una buena convivencia en sociedad. También es fundamental enseñarles el respeto por el medio ambiente, a reciclar y a respetar los bosques y animales. .
6. Higiene: es fundamental enseñarles hábitos de higiene diaria, por ejemplo lavarse los dientes es un hábito imprescindible para evitar las caries y mantener una boca sana. También lavarse las manos antes de comer, ya que las manos de los niños son el medio por el que se transmiten mayores enfermedades.
7. Leer cada día: es necesario fomentar el hábito de la lectura a diario y desde bebés. Los primeros cuentos de imágenes fortalecen el vínculo padre/madre-hijo y estimulan su lenguaje. Habituarles al cuento antes de dormir, potencia el gusto por la lectura del niño y, cuando ya son capaces de leer solos, un ratito cada día favorece su rendimiento académico y su enriquecimiento personal.
8. Horario regular: desde que nacen, los niños necesitan rutinas. Cuando son muy bebés las rutinas del sueño, del baño y de las comidas les ayudan a situarse en el tiempo y en el espacio, creando un ambiente seguro y previsible para el pequeño. Es muy importante asegurarnos de que duermen al menos 8 horas al día.
9. Dieta mediterránea: comer pescado, utilizar en la cocina el aceite de oliva y llenar nuestra mesa de productos de la huerta, son valores nutricionales que educan el paladar y cultivan la salud en familia. Otro hábito importante es habituarlos a comer con agua y no con refrescos. El día a día debe ser con agua y en alguna ocasional especial consumir zumos o refrescos.
10. Ser ordenado: saber organizarse y valorar las cosas que tienen les permite disfrutar más de las cosas y apreciar cada pequeño detalle. Es importante cultivar los valores que luego tendrán en la vida adulta.
María Rojas Sanabrias
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