Ya llegó el verano y las vacaciones de los más pequeños de la casa quienes junto el resto de miembros de la familia afrontan una época marcada por el tiempo libre y por las altas temperaturas. Hay numerosas opciones para luchar contra el calor y la desocupación de estos meses estivales. Una de las más divertidas es un día en la playa donde la arena y el agua harán que toda la familia se lo pase en grande.
10 consejos para disfrutar de un día de playa en familia
Pero cuidado, hay que tener en cuenta una serie de factores que pueden convertir esta placentera jornada en un día triste si no se toman las precauciones adecuadas. Hoy te vamos a proponer 10 consejos para disfrutar de un día de la playa tan divertido como puedas imaginar a la par que tu familia está segura:
1. No te olvides de la protección. Ir a la playa supone que una persona va a estar expuesta al Sol durante varias horas. Por ello las cremas protectores se hacen indispensables en este viaje. Existe el mito de que en función de la edad los daños por esta exposición son mayores o menores, esto es falso. De hecho la Asociación Española de Pediatría recomienda como mínimo un factor 30 para toda la familia, número que debe incrementarse en función de la palidez de la piel.
2. Respeta las banderas. Antes de bañarte o permitir a tus hijos darse un chapuzón es importante que te fijes el estado en el que se encuentra el agua. Para ello únicamente tendrás que fijarte en la bandera que ondee en la playa. Estas señales suelen estar junto a la caseta del socorrista y en función de su color indican el estado del mar: roja si hay un oleaje demasiado violento que impide totalmente el baño, amarilla que aconseja prevención por unas aguas algo peligrosas y con una medusa en el centro si estos animales están presentes.
3. Siempre acompañados. La playa es un lugar divertido pero que también se llena de personas. Con esta aglomeración que un niño se pierda es bastante fácil, por ello nunca hay que dejarlos solos ni fuera de nuestro alcance. Es importante hacerles entender esto a los más pequeños antes de estirar las toallas para que no se separen mucho de nosotros. Por parte de los padres no hay que levantar la vista ni un solo minuto de lo que hacen los hijos.
4. Cuidado con la arena. Construir castillos con arena es algo muy divertido y que desde luego es motivo de muchas fotos para el recuerdo. Pero cuidado, estos granos pueden estar a altas temperaturas haciendo imposible el juego. Lo recomendable siempre es coger arena cercana a la orilla o tener a mano un cubo con agua para mojar la que tengamos alrededor de las toallas para que así el niño no se queme con granos demasiado calientes.
5. Ojo con las profundidades. Al contrario que con las piscinas el mar no avisa de su profundidad y al adentrarse en el agua uno se puede encontrar con el famoso escalón que viene acompañado de un gran desnivel. Por ello siempre es recomendable bañarse junto a los más pequeños para que estas profundidades no les cueste un disgusto a los niños.
6. Controlar las comidas. Una comida copiosa justo antes de entrar en el agua está totalmente prohibido, si tenemos en cuenta el corte de digestión. En este sentido recuerda también la necesidad de hidratar a tus hijos quienes con tanta diversión se olvidan de beber agua, ten siempre a mano líquidos para que a los más pequeños no les falte ni una gota.
7. No molestar a otros bañistas. A veces sin darnos cuenta podemos estar dando la lata a otras personas en la playa con nuestras actividades: una pelota que se escapa jugando a las palas, música demasiado alta, arena que cae en sus toallas mientras un niño hace un hoyo, etc. Recuerda una básica norma de convivencia: no hagas lo que no quisieras que te hicieran a ti.
8. El socorrista manda. Explica a tus hijos que toda indicación que dé el socorrista ya sea a título personal como a toda la playa mediante megafonía ha de ser cumplido a rajatabla.
9. Respeta el medio ambiente. Deja la playa como a ti y a los tuyos os gustaría encontrarla, esto es algo básico que también hay que hacer entender a los más pequeños. Siempre es necesario guardar los restos de comida y otros deshechos en una bolsa para luego poder dejarlas en los contenedores que hay en las proximidades. De este modo nos aseguraremos que todos podamos disfrutar de un entorno limpio y cuidado.
10. Organización. Es muy común que el bolso de playa se convierta en un cajón de sastre en donde todo cabe. Luego nos es más difícil encontrar lo que buscamos a la primera, por ello es recomendable elegir una bolsa para los juguetes, otra para las cremas solares y demás productos de este tipo. También se recomienda llevar una nevera para asegurarnos que la comida que llevemos se mantiene en buen estado y los líquidos no se calientan.
Damián Montero
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