En muchas ocasiones, los padres o el odontólogo general pueden presentir que el niño vaya a necesitar «aparato dental» al observar que los dientes están saliendo torcidos o apiñados por falta de espacio. Pero otras veces, las «sospechas» no se hacen tan evidentes. Es el caso de las mordidas incorrectas, que también necesitan un tratamiento corrector. A partir de los seis años, es conveniente una buena revisión dental con un médico odontólogo especialista en ortodoncia.
El tratamiento de ortopedia (colocación de los huesos de la boca) y de ortodoncia (colocación de dientes) no es solo un problema de estética: «Mi hijo tiene los dientes torcidos, que feo está. Vamos a ponerle aparato». Ningún padre puede predecir este diagnóstico, porque el que esté guapo o no, no es el principal motivo para ponerle aparato dental.
Una dentadura perfectamente alineada, un buen estado de las piezas y unos maxilares correctamente colocados en su estructura craneal, previenen muchos problemas de salud. «La boca es un medio de transmisión de muchas enfermedades y no cuidarla puede dar lugar a patologías en otros aparatos (respiratorio, circulatorio etc.)», afirma la doctora Natalia Solo de Zaldivar, médico odontólogo, especialista en ortodoncia.
Salud bucodental: primeras visitas al ortodoncista
Las primeras visitas con el especialista en salud bucodental se deben llevar a cabo a partir de los 4 años y continuar con las revisiones aproximadamente cada seis meses o una vez al año. En estas citas, se evaluará el estado de los dientes (caries, defectos de esmalte etc.) y tejidos circundantes (mucosa, encías, frenillos etc.). Además, se le enseñará al niño o paciente la técnica de un correcto cepillado.
Es este especialista quien, por regla general, nos alertará de un posible defecto de la dentadura o de la mordida y nos aconsejará acudir al ortodoncista para que determine si el niño necesita o no el comúnmente llamado «aparato dental». Ortodoncia significa en griego «dientes rectos».
Cuándo y a qué edad hay que poner aparato dental o brackets
Hay unas primeras sospechas que pueden indicar que el niño debe ser visto por un médico ortodoncista: salida de un diente definitivo sin que se haya caído el de leche, o porque alguno «haya salido torcido», o varios dientes definitivos estén apiñados por falta de espacio etc..Pero otras veces, no existen estas pruebas tan evidentes: «Hay niños con una dentadura perfectamente alineada pero con una oclusión (mordida) incorrecta. Esta disfunción también hay que corregirla», señala esta especialista.
Tras un estudio detallado, llevado a cabo por el ortodoncista (historia clínica, radiografías, modelos) el especialista determina si el niño necesita un tratamiento de ortopedia o de ortodoncia. No es solamente los dientes los que se colocan, sino también los maxilares (superior e inferior), es decir, los huesos donde se implanta la dentadura. No hay que olvidar que la boca forma parte de la estructura craneal. Si un paciente tiene sus maxilares mal colocados con respecto a su estructura craneal, hay que poner esos huesos en su sitio con un aparato dental. La correcta colocación de los huesos de la boca previene también muchas enfermedades.
El aparato se puede poner a partir de que el niño comience a cambiar piezas (6 años) pero por lo general, no es conveniente antes de los 8 años, cuando ya hayan salido los incisivos superiores e inferiores. «Debemos de tener presente el recambio dental, es decir, cuando se caen los dientes de leche y erupcionan los definitivos. A partir de los seis años en conveniente vigilar la mordida (si los dientes definitivos tienen espacio para salir y colocarse) porque hay niños que vienen tarde y se hace más complicada la adecuación de los maxilares y de los dientes», señala la doctora Natalia Solo de Zaldivar.
Jaime Márquez
Asesoramiento: Doctora Natalia Solo de Zaldivar, médico odontólogo, especialista en ortodoncia.
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