Lucir una bonita sonrisa, llena de dientes blancos y bien alineados, es el sueño de muchos y una muestra inconfundible de una estupenda salud bucodental. Sin embargo, en ocasiones por desconocimiento, hacemos algunas cosas en nuestra vida diaria que pueden provocar daños en nuestros dientes a largo plazo y no somos conscientes de ello. Muchos de estos malos hábitos pueden, no sólo estropear nuestra dentadura, sino que además pueden ser los causantes de diversas enfermedades bucodentales.
6 hábitos que dañan tus dientes sin que lo sepas
1. Morderse las uñas. Perjudica el aspecto de tus manos, pero también daña los dientes al chocar la dentadura contra las uñas. Cuando esto sucede de forma brusca, se desprenden pequeños prismas del esmalte, lo que da lugar a microfracturas que lo debilitan. Además, las manos por estar en contacto con un gran número de objetos son un foco de bacterias, que nos llevamos a la boca al mordernos las uñas. Este hábito aumenta, por tanto también, el riesgo de sufrir caries.
La mordida de las uñas puede generar también otras patologías bucodentales, como daños en las articulaciones de la mandíbula. Un ejemplo es el trastorno en la articulación temporomandibular, o ATM, una patología que afecta a los huesos y los músculos que unen el cráneo con la mandíbula inferior.
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2. Abusar de los cítricos. Durante los meses de frio, para evitar gripes y constipados, es recomendable la ingesta de vitamina C y esto hace que abusemos del consumo de cítricos como naranjas y mandarinas. Sin embargo, se ha demostrado que los ácidos presentes en los cítricos debilitan el esmalte dental, aumentando el riesgo a sufrir caries, además de aumentar la sensibilidad dental. Por este motivo, conviene no abusar de ellos y extremar las medidas de higiene después de comerlos.
3. Morder bolígrafos, lápices o cualquier otro objeto. Esta es una manía muy habitual que puede causar un gran daño bucodental. Al apretar esos objetos entre los dientes, además de hacer que se desprendan trozos de plástico o madera, se pueden provocar microroturas en las piezas dentales, debido a la fuerza que se ejerce.
4. Usar los dientes como herramienta multiusos. Pequeños gestos como cortar hilo al coser o humedecerlo y pasarlo entre los dientes, abrir botellaso o usar los dientes para sujetar algo, aunque sea por un momento, pueden provocar la aparición de pequeñas muescas en los dientes o roturas severas y, a largo plazo, provocar que la dentadura pierda su regularidad. Todas estas acciones dañan la dentadura.
5. Utilizar palillos. El uso de palillos para retirar restos de comida de etnre los dientes daña las encías y los dientes. La punta del palillo puede provocar pequeñas heridas en las encías y abrir espacios interdentales. Para retirar restos de allimentos, lo mejor después del cepillado es usar seda dental o cepillos interproximales que llegan a lugares donde el cepillo no tiene acceso. Su uso debe formar parte de tu rutina de higiene bucodental diaria, además del cepillado, para conseguir una limpieza completa de tu boca.
6. Cepillarse los dientes justo después de comer. Es mucho mejor esperar al menos media hora antes de cepillarse los dientes. La razón es que el pH de la boca cambia. Cuando tomamos alimentos ácidos, refrescos o dulces, el pH de la boca se vuelve más ácido lo que hace que el esmalte dental se debilite. Si nada más comer cepillamos nuestros dientes la fricción de las cerdas del cepillo contra ellos puede dañar el esmalte, haciendo que la dentadura sea más susceptible al ataque de las bacterias presentes en la boca. Durante esa media hora es recomendable beber agua o mascar chicle para favorecer la producción de saliva y que así el pH de la boca se restablezca lo antes posible.
Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Dr. Iván Malagón, especialista en Ortodoncia y Ortopedia Maxilo mandibular de Iván Malagón Clinic
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