Un punto crucial en la vida de todo menor es su entrada en el colegio. Una nueva etapa se inicia en donde su independencia crece. Pero en ocasiones este momento supone el inicio de un infierno para los niños por culpa del acoso escolar. Un problema muy grave y que los más pequeños deciden sufrir a solas por miedo a las consecuencias. Este silencio por su parte hace que sea más difícil luchar contra esta cuestión que desgraciadamente ocupa muchos titulares hoy en día.
Los datos que ofrecen la asociación Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo, ANAR, son bastante preocupantes en este sentido. Y es que el teléfono de ayuda a este sector en riesgo registró un total de 25000 llamadas durante el pasado 2015, esto significa un incremento del 75% respecto al año anterior. Sin duda un incremento significativo que da lugar a cuestionarse cómo atacar este problema que supone que la escuela se convierta en un edificio de torturas para el menor por culpa de este acoso.
Se cuadruplican los casos desde 2009
Si ya de por si impresiona ver el incremento comparando los datos de 2014 y 2015, más preocupante es ver la evolución de estos números en los últimos años. Los datos que ofrece ANAR en su informe, elaborado junto a Mutua Madrileña, ponen de manifiesto que desde el 2009 los casos de acoso registrados a través de su teléfono, se cuadruplicaron. Lo que constata la magnitud que está alcanzando este problema dentro de nuestras fronteras.
ANAR señala que tras analizar estas llamadas que atienden un grupo de psicólogos lo más habitual es que el acoso escolar se traduzca en violencia psicológica más que en física. Esta asociación relaciona el incremento de este tipo de violencia y los casos de acoso con las nuevas tecnologías. De este modo la proliferación de las redes sociales y de grupos wassap, hace más posible que el bullying tenga lugar y lo que es más preocupante, pase desapercibido para los padres
Perfil de la víctima de acoso o bullying
El informe de ANAR también atiende a las características de quienes sufren este acoso. No hay ningún género que padezca más el bullying ya que de los casos registrados a través de su teléfono, el 49% fueron niños y en el 51% fueron niñas. Es especialmente significativo que aquellos menores de entre 12 y 13 años conforman la mayor parte de las víctimas que atendió esta asociación. A partir de estas edades, se reducen los casos de acoso.
Lo más destacable del informe de ANAR es comprobar que en el 70% de las llamadas atendidas el acoso del que afirmaron ser víctimas es un problema que sufren a diario y en el 44% esta violencia se prolonga más allá de un año. Los motivos que desencadenan estos acosos abarcan desde marginación por alguna diferencia, discapacidades y defectos físicos, que el menor sea introvertido y ser distinto en cuanto a tendencias o gustos de la mayoría.
El 34% de los menores que llamaron al teléfono de ANAR afirmaron no haber contado este problema a sus padres, entre los motivos que aludieron para no comunicar este problema se presentan el miedo a la reacción de los acosadores o la reacción que pueda producirse en el centro escolar. Por otro lado, en cuanto a la reacción que tienen los padres ante estos casos, siempre se busca una medida inmediata ya sea a través de la denuncia o mediante el cambio de centro escolar y siempre se eluden decisiones a largo o medio plazo.
Campaña contra el acoso o bullying
Dado el problema que representa el acoso escolar en la sociedad española, ANAR ha puesto en marcha una campaña contra este asunto junto a la Mutua Madrileña. Este proyecto se titula «No bullying. Acabar con el bullying comienza en ti«. Esta medida llevará a ANAR a visitar distintos centros escolares de todo el territorio español para fomentar el conocimiento de la situación actual y dar a conocer medidas para prevenir el acoso.
Con estas jornadas ANAR pretende ayudar a identificar conductas de malos tratos entre iguales, y ofrecer mecanismos que favorezcan la convivencia. También se pretende concienciar sobre el acoso escolar y el papel que desempeña el grupo. Esta iniciativa también estará presente en redes sociales con una campaña llamada #NoBullying que hará hincapié en la figura de espectador pasivo que muchos menores tienen ante un caso de violencia y que aunque no participe en este acoso, su silencio contribuye a que estos sigan.
Damián Montero
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