A menudo, oímos hablar de la gestión de la identidad digital, pero ¿sabemos qué es realmente? Todos tenemos una identidad digital, que es aquello que Internet dice de uno mismo. ¿Te has parado alguna vez a teclear tu nombre en un buscador y ver qué encuentras? ¿Y el nombre de tus hijos?
El otro día una conocida experta en Marketing y comunicación contaba en una sesión de formación, que había regalado a uno de sus sobrinos al nacer el dominio de una página web con su nombre.
Hace años se regalaba una canastilla con productos de bebé o a lo sumo la camiseta de su equipo favorito con el nombre del recién nacido de recuerdo. Sin embargo, este ejemplo de regalo es un fiel reflejo de los cambios que ha sufrido la comunicación en la sociedad multipantallas en la que vivimos.
Y es que en lo que pensaba esta formadora era al fin y al cabo en la identidad digital de su sobrino.
Una tendencia que cada vez es más habitual es la de buscar en la red información sobre una persona con la que nos vamos a reunir, a la que escucharemos en un congreso o a la que podemos entrevistar para un puesto de trabajo en nuestra empresa.
Si no estás en la red, no existes
Y nuestros hijos… ¿tienenidentidad digital, a partir de qué edad? Mostramos algunos consejos prácticos para repasar junto a ellos, dependiendo de la edad, lo que Internet dice de ellos y así poder trabajarlo de una forma positiva:
– Analiza con ellos cuál es su identidad digital, qué dice Internet de ellos haciéndoles poner su nombre en un buscador.
– Alaba las cosas buenas que encontréis (un trabajo publicado en el colegio en el que destacó, una foto de un premio deportivo) y muéstrales también las consecuencias de lo no tan bueno (algún comentario soez en el muro de su amigo).
– Rastrea qué fotos suyas aparecen en la red, no sólo las que ellos han colgado sino en las que son etiquetados, ya que como nativos digitales es normal que exista un «histórico» en la red que repase etapas y distintas edades.
– Revisa cómo se describen en los perfiles de las redes sociales, pregúntales por qué eligieron esa descripción, te dará pistas de cómo se percibe a sí mismo
– Analiza junto a él si tiene bien configurada la privacidad y recuérdale por qué debe protegerse
En definitiva, se trata de trabajar junto a ellos qué información están publicando en la redes, si se corresponde o no con la realidad y en qué medida son ellos conscientes de la sobreexposición a la que están sometidos.
Identidad familiar en la red
Recientemente conocíamos un estudio realizado por la Universidad de Washington y la de Michigan en la que los adolescentes se muestran preocupados por la información que de ellos publican en las redes los padres. De hecho, conocíamos el caso de una menor que declaraba haber sufrido burlas en el instituto porque alguien descubrió que su madre había abierto hacia años un canal de YouTube en el que salía ella cantando.
¿Has pensado cómo se sienten tus hijos cuando publicas una foto en la que salen en Internet? ¿Cuidamos como padres su identidad digital desde pequeños?
Y es que hay una identidad digital también como familia que somos. Las fotos o información que sube un chaval de 14 años de una forma más o menos inconsciente puede afectar a la reputación de su padre, un reconocido empresario. Al igual que un comentario de un padre en un blog o una foto no bien elegida puede condicionar a un hijo en un momento dado frente a sus amigos.
Con responsabilidad cada miembro de la familia debe cuidar su identidad digital personal al igual que la identidad que le configura como miembro de una familia. Como padres y educadores seamos responsables a la hora de configurar la identidad digital de nuestra familia para poder exigir y enseñar nuestros nativos digitales cómo hacer un buen uso de la red.
María Zalbidea González. Autora del blog Cosiendo la brecha digital
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