La tecnología ha llegado a nuestras aulas y está causando algo de miedo a las familias, desconfianza a lo desconocido, a enfrentarse a la novedad y a no saber cómo actuar ante algo que no dominan.
Este miedo generalmente sólo asusta a las familias, pero ¿por qué tenerle miedo?, ¿acaso cuando llegó el primer móvil a nuestras manos no nos causó esa sensación? No hace tanto tiempo que vivíamos sin estos dispositivos, incluso los primeros smartphone que aparecieron nos causaban hasta cierta vergüenza sacarlos, y ahora es extraño conocer a alguien que no lo tenga, es más, seguramente a día de hoy no sabríamos vivir sin él. Posiblemente dentro de unos años será inconcebible la educación separada de la tecnología, pero como toda novedad necesita de un periodo de adaptación para convertirse en algo cotidiano en nuestras vidas.
Seguramente los padres de nuestros alumnos, incluso, nosotros mismos los profesores, nunca imaginábamos poder llevar al aula «algo» que tanto divierte a nuestros hijos, nuestros alumnos, como es una tablet. El primer pensamiento es que será un motivo de distracción en el aula, sin embargo, ¿Quién no se ha distraído en el aula? En todas las épocas han existido momentos de distracción en las clases, antes pintábamos en los libros y ahora lo podemos hacer en la tablet, pero sí una clase es atrayente para los alumnos no tiene porque existir motivo de distracción, y que mejor motivación que enseñarles con algo que les apasiona, la tecnología.
El uso de la tablet en el aula es una forma diferente de aprendizaje, que hace la metodología mucho más activa y participativa al permitir que todos los alumnos puedan participar a la vez. Es una herramienta que les ayuda mucho en las tareas de investigación e indagación que tanto estamos utilizando en las aulas a través de diferentes dinámicas como son las webquest, los retos y los proyectos. Los alumnos están motivados desde el momento en el que tienen la tablet entre sus manos, nunca nos podemos olvidar de que este dispositivo será una herramienta más de trabajo y no la única. Un buen trabajo en el aula debe utilizar todas las herramientas disponibles, así el aprendizaje será mucho más enriquecedor y motivante.
Posiblemente el miedo de las familias al uso de la tablet, es por el desconocimiento de las mismas y por no poder ayudar en este sentido a nuestros hijos, pero, ¿por qué no dejamos a nuestros hijos que nos enseñen a nosotros también? Nuestros hijos se sentirán importantes de poder enseñarnos todo lo que saben y nuestra relación con ellos se reforzará.
Con una buena gestión en el aula, el uso de la tecnología no debe causar ningún tipo de problema. Siempre debemos tener en cuenta posibles problemas de conexión o falta de carga de los dispositivos para poder llevar a cabo la clase sin ellos. Es importante llegar a un acuerdo con los alumnos sobre normas del uso de los de los dispositivos y que todos las acepten para evitar posibles problemas.
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