La Directora General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Dra. Margaret Chan, ha declarado que el virus del Zika se trata de una «emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII)». Los síntomas de esta enfermedad son muy parecidos a los de la gripe.
La primera reunión del Comité de Emergencia convocada por la Directora General de la OMS para discutir el aumento de casos de microcefalia y su posible relación con la expansión paralela del virus Zika, tuvo lugar por videoconferencia. Después de que Brasil, Francia, Estados Unidos y El Salvador suministraran información sobre la asociación entre la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré con el virus del Zika, y de que el Comité hiciera una serie de recomendaciones, la Dra. Margaret Chan declaró que el Zika es una ESPII Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional.
El virus Zika: en qué consiste y cómo enfrentarse a él
Aunque la enfermedad causada por el virus Zika esté en ‘auge’, no es la primera vez que aparece en los radares de organizaciones sanitarias. El CDC, agencia estadounidense Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, ya declaró la alerta por el virus en mayo de 2014 por el alarmante brote del Zika que la Polinesia Francesa sufría desde octubre de 2013. Aunque los síntomas no se diferencian demasiado de los de la gripe común, es la posible conexión del virus con los casos de microcefalia lo que preocupa a las autoridades sanitarias.
La enfermedad se transmite exclusivamente mediante la picadura del mosquito Aedes aegypti (primo del mosquito Tigre, que sí está presente en nuestro país). Los principales síntomas, que pueden durar entre 2 y 7 días, son fiebre leve, dolores musculares y de cabeza, erupciones cutáneas, y conjuntivitis. No hay cura ni vacuna y, como con la gripe, lo único que se puede hacer es tratar los síntomas hasta que desaparezcan. La diferencia con la gripe es que las personas afectadas por el Zika no transmiten la enfermedad, y solo una de cada cuatro presenta los síntomas.
Como ya se observó en el brote del Zika de 2013 en la Polinesia Francesa, las autoridades sanitarias de Brasil en 2015 notificaron un aumento del síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad autoinmune, asociado a la expansión del virus. Un 80 % de los afectados por el síndrome se recuperan.
El riesgo del virus Zika para España y su prevención
Como ya se ha mencionado, el virus del Zika es transmitido por la picadura de un mosquito del género Aedes, que no se encuentra en el continente europeo. Sin embargo, el mosquito Tigre, del mismo género, es una especie invasora que en España se ha establecido en Levante, Cataluña y el País Vasco. Este letal mosquito es vector de enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla, la fiebre Chikungunya, o la enfermedad del virus del Nilo Occidental. Además, en el caso de que picar a una persona afectada, sería también vector del Zika.
Según el Ministerio de Sanidad, en 2014 casi 800.000 españoles viajaron a América Latina y más de millón y medio de turistas extranjeros que visitaron nuestro país en el mismo año procedían de este continente. Dado que el 75 % de la población afectada por el virus Zika no presenta síntomas, el riesgo de que una de ellas viaje a cualquiera de las 14 provincias españolas en las que se encuentra el mosquito Tigre es real, aunque muy bajo durante los meses de invierno.
La OMS considera que no se debe restringir el comercio o los viajes con los países afectados por el virus del Zika, (aunque sí lo desaconseja en el caso de mujeres embarazadas, para prevenir una posible microcefalia en el feto), pero advierte que se deben tomar medidas para evitar la transmisión. El Instituto de Dermatología Integral informa de que lo más eficaz es prevenir la picadura mediante el uso de repelentes que contengan Icaridina, IR3535, o DEET.
Si ha de viajar a países afectados (o se encuentra en una de las provincias ‘colonizadas’ por el mosquito Tigre), además del uso de los repelentes adecuados, se deben tomar otra serie de medida como llevar ropa de colores claros que cubra la mayor parte del cuerpo posible y evitar el perfume (para no atraer a los mosquitos); no salir sin repelente a primera hora o al atardecer; cerrar puertas y ventanas y dormir con mosquitera; evitar zonas de agua estancada y cubrir cualquier contenedor donde se pueda acumular agua.
Otras epidemias en potencia
Aunque ahora sea el virus del Zika el que acapara la mayoría de titulares, no hace mucho era el virus del Ébola el protagonista del panorama mediático. Junto con las causadas por el Zika y el Ébola, ocho enfermedades más se encuentran en riesgo de escalar a la categoría de epidemias:
– La fiebre Chikunguya
– La enfermedad del virus de Nipah
– La fiebre de Lassa
– La enfermedad del virus de Marburgo
– La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo
– Los Síndromes respiratorios por corovirus MERS y SARS
– La fiebre del Valle del Rift (RVF)
– Fiebre severa con trombocitopenia (SFTSV)
Todas estas enfermedades tienen una serie de factores en común que las hacen perfectas candidatas para ser las futuras epidemias. Todas son enfermedades víricas, la mayoría tienen altas tasas de mortalidad y no hay vacuna conocida contra ellas. Los síntomas pueden variar desde fiebre y dolor de cabeza (el Ébola y las fiebres de Chikunguya y del Valle del Rift, entre otras) a dificultades respiratorias (MERS y SARS, y virus de Nipah) y hemorragias (virus de Maburgo y fiebre de Crimea-Congo).
Muchas de estas enfermedades son ya endémicas en sus continentes de origen, como la fiebre de Lassa en África occidental y la fiebre de Crimea-Congo en África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia, por debajo de los 50º de latitud norte. Actualmente, los continentes más afectados por epidemias son África, Asia y América, lo que coincide con los afectados por estas nuevas amenazas.
Marga Wesolowski
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