La actividad física es esencial por muchos motivos. Nuestros músculos y huesos nos permiten movernos y como tal debemos hacer, pues una vida con ejercicio es sinónimo de una vida sana en cuanto se le añade una alimentación adecuada. Por eso es tan importante el movimiento y evitar el sedentarismo, y más aún hacerlo desde la más tierna infancia.
Tal y como explican los pediatras de la Asociación Española de Pediatría AEP, todas las personas a todas las edades, sea cual sea su sexo y su estado de salud, pueden beneficiarse de ser activas físicamente. En el caso de los niños, por naturaleza «tienden a moverse y a no parar, especialmente cuando son pequeños», pero lo cierto es que la sociedad actual «no facilita que los niños estén activos al aire libre o en casa».
Cada vez es más común que los niños muy pequeños permanezcan sentados y empleen el tiempo «en actividades que no requieren moverse», algo que no debería incentivarse. Por ello, estas son las recomendaciones que da el Ministerio de Sanidad sobre los mínimos a alcanzar, por grupo de edad, para mejorar la salud.
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Recomendaciones de ejercicio para niños menores de 5 años
1. Realizar actividad física
En el caso de niños que aún no andan, se recomienda «promover que realicen actividad física varias veces al día, mediante juegos en el suelo, en el baño, y siempre en entornos seguros para ellos».
Por su parte, para los niños que sí caminan, aún es pronto para que practiquen deporte y ejercicio fisico como lo harían los niños más mayores o los adultos. Por eso, se recomiendan las actividades estructuradas y juego libre al menos 3 horas al día. Eso sí, deben estar distribuidas a lo largo de la jornada, tanto dentro como fuera de casa y de intensidad variable. «A medida que los niños crecen es necesario ir aumentando gradualmente la intensidad de la actividad», matizan
2. Reducir los periodos sedentarios prolongados
No se recomienda que los niños dediquen más de una hora seguida a actividades sedentarias (cuando están despiertos, claro). Entre estas actividades se destacan aquellas como estar sentados o sujetos en sillas, carros o balancines, o ver la televisión, jugar con el teléfono móvil, ordenador, videojuegos, etc.
3. Limitar el tiempo delante de pantallas
Como ya hemos destacado en varias ocasiones, hasta los dos años no se recomienda que los niños pasen tiempo delante de las pantallas. En el caso de aquellos que tienen entre dos y cuatro años, la recomendación pasa por no estar más de una hora al día delante de estos aparatos electrónicos.
Ángela R. Bonachera
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