El último informe del Defensor del Profesor correspondiente al curso 2014-2015 del Sindicato Independiente del Profesorado de la Enseñanza Pública ANPE, un servicio con el que han contactado desde 2005 un total de 23.328 docentes, ha sacado a la luz la dura realidad de muchos profesores en el ejercicio de su profesión.
La preocupación de los conflictos con los padres sigue creciendo entre los profesores, ya que, según los datos de este sindicato, 75 profesores fueron agredidos el curso pasado por familias de alumnos, y las faltas de respeto de los alumnos hacia los docentes han aumentado un 8 por ciento. Respecto al número de llamadas recibidas este estudo revela que revela que un 20 por ciento menos de profesores llamó el curso pasado para solicitar ayuda del Defensor del Profesor, pero ha aumentado la gravedad de los casos, así como el número de llamadas atendidas por faltas de respeto del alumnado y por casos relacionados con grabar y sacar fotos al docente.
El presidente nacional de ANPE, Nicolás Fernández, cree «que el causante del tinte de mayor gravedad de los casos reside en los recortes». El mayor número de las llamadas atendidas en todas las comunidades corresponden al profesorado de Primaria, que suponen un 39 por ciento del total, seguido por un 38 por ciento en Secundaria, un 9 por ciento en Infantil y un 5 por ciento en Formación Profesional Básica.
El síndrome del profesor quemado
Trabajar en la prevención de las conductas inapropiadas de los alumnos es la vía para acabar con los riesgos psicosociales que afectan a los profesores en el ejercicio de su trabajo. Entre los principales riesgos destaca el estrés y la violencia psicológica, que dan lugar al «síndrome del profesor quemado».
Y es que entre los conflictos relacionados con los alumnos, el estudio concreta que la mayoría de las llamadas, un 35 por ciento, estaban relacionadas con las faltas de respeto, lo que supone un incremento del 8 por ciento respecto al curso anterior); un 27 por ciento eran quejas por problemas para dar clase, lo que supone un 4 por ciento más que el año anterior; el 16 por ciento de las llamadas fue por acoso y amenazas de los estudiantes; y un 9 por ciento por grabaciones, fotos e internet, lo que supone un 2 por ciento más que el curso anterior.
Respecto al ciberacoso, muchos profesores aseguran que existe un antes y un después del famoso WhatsApp. A través de esta red se denuncian grabaciones que se manipulan, y que existen entre alumno-alumno, alumno-profesor o padre-profesor. El tema de las nuevas tecnologias causa «impotencia» entre los profesores como se recoge entre las muchas llamadas de profesores al sindicato.
Tolerancia cero frente las agresiones de padres a profesores
La «tolerancia cero» para la violencia escolar y para poner «coto» a la indisciplina es la petición de los profesores. Entre los problemas relacionados con los padres han subido las agresiones físicas (3 % frente al 1 % del curso 2013-14), y se ha mantenido de forma similar al anterior curso el porcentaje de las llamadas de profesores por acoso y amenazas (28%), acusaciones carentes de fundamento (25%) y denuncias (20%).
Marisol Nuevo Espín
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