Después de la Navidad es habitual sentirnos abatidos, apáticos e incluso deprimidos. La cuesta de Enero afecta a los bolsillos, pero también a nuestros estados de ánimo. Dejamos atrás unos días de vacaciones, de estar con los seres queridos, dejamos atrás unos días de buenos propósitos y deseos, días de buenas palabras y de celebraciones y retomamos nuestras vidas y días cargados de obligaciones. La depresión posnavideña es una variante del conocido síndrome posvacacional.
La depresión posnavideña
La depresión es una enfermedad grave y supone una fuente de intenso sufrimiento mental. Es un trastorno del estado de ánimo que ha de ser tratado por especialistas y que no debemos tomarnos a la ligera ya que sus consecuencias pueden llegar a ser muy perjudiciales.
En algunas ocasiones, la depresión aparece sin causa aparente, sin ningún acontecimiento o situación adversa que la desencadene, es lo que se conoce como depresión endógena. La depresión posnavideña es un tipo de depresión endógena de tipo estacionaria, asociada a una época o estación del año. Aunque normalmente pasa del mismo modo como apareció de manera natural, la depresión posnavideña puede llegar a ser muy grave, y si no se trata adecuadamente podría llegar a extenderse.
Síntomas de la depresión posnavideña
Los síntomas de la depresión según los manuales diagnósticos son los siguientes:
– Cansancio, apatía, desgana, pérdida de vitalidad.
– Estado de ánimo o humor depresivo, de manera constante durante la mayor parte del día, y mantenido durante la mayoría de los días.
– Irritabilidad extrema.
– Pensamientos negativos, autoderrotistas…
– Perdida de interés por actividades placenteras.
En el caso de la depresión posnavideña, además encontramos los siguientes síntomas:
– Perdida de interés por las actividades cotidianas.
– Sensación de nostalgia ante los recuerdos de los días pasados.
– Dificultad para seguir el ritmo habitual.
Causas de la depresión posnavideña
¿Por qué me siento deprimido después de las fiestas navideñas? Más que una única causa podemos señalar un conjunto de factores que unidos dan lugar al fenómeno.
– Comenzamos un nuevo año y con ello recordamos los propósitos que nos quedan por cumplir. Seguramente hace unos días durante las vacaciones veíamos todo con optimismo y los propósitos eran alcanzables pero ahora parece que no es tan fácil.
– Han sido unos días de muchas emociones positivas como la alegría, la paz, el afecto, etc., reuniones, reencuentros, buenos deseos, ilusiones… y la vuelta a la vida normal supone un contraste con lo vivido en los últimos días.
– A veces desarrollamos una especie de «resaca emocional» tras la felicidad, tensiones familiares, conflictos que no se sacan por no alterar las fiestas y reuniones, etc.
– A menudo disfrutamos de unos días de vacaciones, de unos días para desconectar y la vuelta a la rutina puede suponer un duro golpe.
– Es una época del año en la que las condiciones climatológicas invitan a la tristeza, días oscuros, de noches largas, de frío, etc.
– Los gastos y excesos de las Navidades pueden suponer unos días para recuperarnos económicamente, de peso, etc.
¿Cómo podemos hacer frente a la depresión posnavideña?
Algunos efectivos consejos:
1. Organíza tus propósitos. Recuerda que han de ser propósitos de año nuevo posibles que no supongan un reto imposible de cumplir.
2. Aunque haya que apretarse el cinturón y hacer frente a los gastos puedes disfrutar. Puedes hacer reuniones más económicas en casa, actividades que no supongan un gran gasto, etc.
3. Dedícate tiempo a ti mismo/a y a tus seres queridos.
4. Analiza tus pensamientos y modifícalos por otros más realistas si realmente es necesario. Recuerda que no todo es tan malo, puede que en comparación con los días pasados, el día a día parezca poca cosa, pero recuerda lo bueno que tiene.
5. Busca compañía y permítete ser activo. Un simple paseo al aire libre te ayudará con tu estado de ánimo.
6. Si el malestar persiste o es demasiado intenso, lo aconsejable es consultar con un especialista.
Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga clínica sanitaria. Especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil. Directora de Educa y Aprende. Autora de la colección Estimular los Procesos de lectura y escritura.
Te puede interesar:
– Los valores de la Navidad para los niños
– Los buenos propósitos de papá y mamá para el Año Nuevo