El último Consejo de Ministros, celebrado este viernes, ha aprobado el Real Decreto por el que se regularán las características de las pruebas de evaluación final de Educación Primaria, una de las novedades de la nueva ley educativa puesta en marcha por el actual Gobierno: la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce).
De este modo, y a propuesta del ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, estas serán las características de la evaluación final de este ciclo educativo. Unas pruebas que serán comunes en toda España y cuyo detalle lo explicamos a continuación.
Características de las ‘reválidas’ de Primaria
1.- Estas pruebas serán realizadas cuando se termine el sexto curso de la etapa de Educación Primaria.
2.- La evaluación final en esta etapa pretende comprobar el grado de adquisición por los alumnos de la competencia tres aspectos básicos: comunicación lingüística, matemáticas y las competencias básicas en ciencia y tecnología. Asimismo, también medirá el logro de los objetivos de la etapa fijados en la ley.
3.- EL objetivo de esta prueba es «diagnosticar dificultades de aprendizaje en las competencias lingüística, matemática y en ciencia y tecnología, facilitar la transición entre las etapas Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria, y orientar e informar sobre necesidades de intervención, mejora o adaptación curricular», según el Gobierno.
4.- El resultado de la evaluación final no condicionará el paso del alumno a la Educación Secundaria Obligatoria. Es decir, si el alumno ha aprobado Primaria, pasará a la ESO aunque la prueba le salga mal.
5.- En las Comunidades Autónomas que tengan lenguas cooficiales también será objeto de evaluación la lengua cooficial y sus resultados se incluirán en la evaluación de la competencia de comunicación lingüística. Esta evaluación se medirá en la misma proporción que la Lengua Castellana.
6.- Las evaluaciones serán individualizadas y censales, es decir, «comprenderán a todos los alumnos de todos los centros docentes del Sistema Educativo Español», matizan desde el Ministerio.
7.- Se tratará de pruebas externas. Esto quiere decir que la aplicación y corrección de las mismas será llevado a cabo por profesores del Sistema Educativo Español que no trabajen en los respectivos centros docentes.
8.- Los alumnos que presenten necesidades específicas de apoyo educativo (discapacidad, dislexia, dificultades específicas de aprendizaje, y otras condiciones personales o de historia escolar) realizarán pruebas adaptadas a sus necesidades.
9.- Los padres o tutores legales de los alumnos podrán solicitar la revisión de los resultados obtenidos ante el organismo competente de cada administración educativa.
10.- Teniendo en cuenta la situación de la que parta el centro y la mejoría o empeoramiento de sus resultados, así como el contexto del colegio, las Administraciones educativas podrán establecer planes específicos de mejora de los centros escolares.
11.- El resultado de la evaluación final de etapa se expresará de esta forma: Insuficiente (IN), Suficiente (SU), Bien (BI), Notable (NT) y Sobresaliente (SB).
1,4 millones para estas pruebas
La primera convocatoria de estas pruebas de evaluación final en Educación Primaria será a final de este curso 2015/2016. Para la misma el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte tiene un presupuesto de partida de 1.451.390 euros, destinados a la financiación de las pruebas.
Según datos del Gobierno, serán 481.375 alumnos que cursan Sexto de Educación Primaria en casi 14.000 centros educativos los que realizarán estas pruebas por primera vez, tanto de centros con financiación pública (públicos y concertados) como los privados.
Las evaluaciones en el sistema educativo
El establecimiento de evaluaciones a todos los alumnos al finalizar las etapas de Educación Primaria, ESO y Bachillerato es, como ya se ha mencionado, una las principales novedades de la reforma educativa diseñada por la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa (Lomce).
El Gobierno asegura que estas evaluaciones finales externas aportan información «de extraordinaria utilidad» a la comunidad educativa, pues ofrece «información sobre las metas y objetivos comunes de las etapas educativas y sobre el progreso de los alumnos en el sistema educativo». Asimismo, aseguran que permitirá la detección temprana de dificultades de aprendizaje.
Con la introducción de las nuevas evaluaciones finales externas, «España se suma a la tendencia internacional que es mayoritaria en los países de la OCDE«, explican desde el Gobierno, que recuerdan que en la mayor parte de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y de la Unión Europea existe una prueba «externa y estandarizada» al finalizar las etapas educativas.
En concreto, según el informe PISA 2009, mencionado por el Ejecutivo, en 24 de los 34 países de la OCDE existe una prueba externa y estandarizada. De entre estos países destacan algunos con las mejores notas en estas pruebas: Finlandia, Noruega, Alemania, Japón, Países Bajos, Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Canadá. «Dos de cada tres alumnos de los países más desarrollados del mundo se encuentran en sistemas educativos en los que se realizan este tipo de pruebas», sentencian desde el Gobierno presidido por Mariano Rajoy.
«Las evaluaciones externas configuran un sistema de señalización claro de los objetivos comunes que han de cumplirse al final de cada etapa educativa y, en consecuencia, garantizan la igualdad en el derecho a la educación de todos los ciudadanos», concluyen.
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