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Cómo proteger los ojos en invierno

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La sequedad ocular, que se produce debido al efecto de las calefacciones, y la desprotección frente a los rayos ultravioleta, sobre todo, cuando se practican deportes de invierno en zonas nevadas, son los principales peligros para mantener una buena salud visual en invierno. Por este motivo, es fundamenal conocer una serie de consejos para prevenir estos problemas oculares.

Cómo combatir la sequedad de los ojos

Las calefacciones, el aire acondicionado y la permanencia en lugares cerrados climatizados provocan la sequedad ocular, un problema característico de los meses invernales.

El malestar que produce el ojo seco se caracteriza al notar picor o quemazón, como si se hubiera metido algo en el ojo. Pestañear frecuentemente es la mejor manera natural de hidratar los ojos, ya que el pestañeo produce la lágrima, pero cuando el problema persiste o se hace crónico conviene usar lágrimas artificiales, gotas o colirios humectantes. Eduardo Ladrón de Guevara, presidente de Federópticos, resalta que «este problema es más habitual en usuarios de lentillas, por lo que es importante lubricar de manera adecuada la lente y los ojos». Hay lentes de contacto que liberan humectantes durante su uso o que tienen mayor capacidad de retener el agua.

En cualquier caso, es muy recomendable usar humidificadores o, simplemente, colocar en la habitación un recipiente con agua cerca de la fuente de calor, lo que rebaja la sequedad en el ambiente.

Gafas de sol, imprescindibles para evitar lesiones oculares en invierno

Sabemos que en la playa es necesario el uso de gafas de sol, pero aún es más importante llevarlas en invierno, sobre todo, cuando vamos a la nieve y practicamos deportes de invierno. Diversos estudios han revelado que en la playa los ojos pueden recibir entre un 10 y un 25 por ciento de los rayos solares cuando rebotan en la arena o en el mar, pero este porcentaje se eleva al 80 por ciento cuando en invierno la luz del sol rebota sobre la nieve.

Además, lo mismo sucede en los días nublados. Aunque no haga sol, el 90 por ciento de los rayos ultravioleta atraviesan las nubes de baja densidad y llegan a tierra, ocasionando el mismo efecto rebote que la luz directa, que puede dañar nuestra visión. Este problema es mayor a mayor altura con respecto al nivel del mar, por este motivo usar gafas de sol en la nieve es todavía más necesario. Por último, en invierno cambia la posición de la tierra con respecto al sol, que está más bajo, lo que facilita que los rayos solares incidan directamente en el ojo.

Eduardo Ladrón de Guevara, presidente de Federópticos, afirma que «en invierno existen dos peligros principales para nuestros ojos, los ambientes demasiados secos que pueden provocar sequedad del ojo y los rayos ultravioleta, a los que abrimos la puerta y bajamos la guardia cuando no hay sol, pero están.»

Por eso, en invierno es fundamental continuar con los cuidados oculares. Eduardo Ladrón de Guevara recuerda que «es importante usar gafas de sol homologadas también en invierno, pues reducen el reflejo y protegen de otros agentes dañinos, como por ejemplo el viento muy frio».

Daños que causan las radiaciones ultravioleta en los ojos

La exposición directa a los rayos ultravioleta sin protección puede provocar quemaduras en la córnea, que se conocen con el nombre de queratitis. A largo plazo, hay que tener en cuenta que el daño por radiación solar es acumulativo, lo que puede llegar a provocar patologías importantes como cataratas o degeneración macular, entre otras.

Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Eduardo Ladrón de Guevara, optometrista y presidente de Federópticos

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