Acabas de tener un bebé precioso; las visitan se terminan de ir, deberías sentirte la mujer más dichosa del mundo, pero no te sientes así, te pones a llorar sin saber por qué, tu marido te mira perplejo y te preguntas ¿qué me pasa, qué me está sucediendo?
Lo más probable es que estés pasando por un estado transitorio de tristeza posparto, que suele aparecer con frecuencia tras dar a luz y se caracteriza por esa tendencia al llanto y labilidad emocional. Normalmente, remite espontáneamente y los especialistas lo denominan «maternity blues» o «tristeza posparto». Este estado de la mujer es diferente al trastorno depresivo posparto o depresión posparto, que sí requiere un tratamiento específico para superarlo.
Diferencia entre tristeza y depresión posparto
Durante los primeros días después del parto la mujer puede experimentar un estado de ánimo especial, en el que predomina la fragilidad emocional y el llanto fácil. La incidencia de la tristeza posparto no se conoce con exactitud ya que varía según los diferentes autores desde el 50 al 80 por ciento de las embarazadas.
La tristeza posparto suele empezar al segundo o tercer día después del parto, con una duración máxima de siete días, al cabo de los cuales comienza a remitir, desapareciendo totalmente y de manera espontánea al final de la segunda semana.
El síntoma principal es la tristeza, a la que le siguen los episodios de llanto. En menor medida pueden aparecer: irritabilidad, fatiga, pérdida de apetito, insomnio, aislamiento, dificultad para concentrarse, ansiedad, cefalea o cavilaciones.
Causas de la tristeza posparto
Los especialistas apuntan a una relación directa entre la tristeza posparto y los cambios hormonales tan bruscos, que tienen lugar en la mujer durante el posparto. La falta de comprensión y apoyo por parte del cónyuge durante el embarazo, podría ser otro factor implicado en su aparición.
De cualquier modo, suele ser un trastorno leve de duración autolimitada. En un porcentaje escaso de mujeres que lo padecen puede ser el inicio de un trastorno depresivo más grave; pero en principio, no tiene relación con antecedentes personales de trastornos afectivos. Tampoco se contempla como un factor de riesgo para futuras depresiones ante situaciones angustiosas o difíciles.
Al ser un estado de ánimo transitorio que suele remitir espontáneamente, no precisa de un tratamiento específico. Muchas veces, basta con una información clara sobre lo que le está sucediendo a la madre en ese preciso momento.
Trastorno depresivo posparto
El trastorno depresivo posparto es un trastorno comparable con cualquier otro trastorno depresivo. Se trata de un episodio depresivo, de inicio en las cuatro primeras semanas postparto, (generalmente más tardío que el blue post parto). Al ser un trastorno depresivo, requiere tratamiento específico, al contrario que el anterior.
La incidencia varía según diferentes autores, afectando aproximadamente al 10% de las mujeres.
Los síntomas son iguales que cualquier depresión mayor o estado de ánimo depresivo: marcada disminución del interés o placer en todas o casi todas las actividades, insomnio, fatiga o pérdida de energía, agitación o retraso psicomotor, sentimientos de culpabilidad o desvalorización excesivo o inapropiado, menor capacidad de concentración, pensamientos recurrentes sobre la muerte o ideas de suicidio, ansiedad, irritabilidad, rechazo del recién nacido, incapacidad para realizar las tareas( en especial las maternales), o trastornos de la alimentación.
Influye negativamente en la función de madre y, por tanto, en el recién nacido, implicando un riesgo de déficit cognitivo y conductual, desde la lactancia a la primera infancia.
Tiene una mayor incidencia en personas que hayan padecido trastornos afectivos previos y también si se ha presentado un episodio depresivo en el embarazo. Las mujeres que han tenido un episodio previo postparto, tienen un riesgo del 50% al 60% de presentar otro episodio depresivo postparto. Otros factores de riesgo incluyen acontecimientos vitales estresantes y falta de apoyo del cónyuge.
Siempre requiere un tratamiento farmacológico y/o psicoterapia, dependiendo de la gravedad de cada caso.
Consejos para la madre durante el periodo de tristeza posparto
– La información adecuada a la madre suele ser suficiente para el tratamiento del trastorno.
– Busca apoyo en la familia y los amigos. Manifiesta tu necesidad de contacto físico, ternura y deseo de conversar con tu pareja.
– No debes sentirte abrumada «porque todos opinen sobre lo que debes hacer».
– No seas demasiado exigente contigo misma, necesitas un tiempo para poder adaptaros el bebé y tú.
– Aprende a identificar tus variaciones de ánimo y a ser capaz de hablar de ellas.
– No seas críticas contigo misma, ni con tu cónyuge. El cansancio y la irritabilidad te pueden jugar malas pasadas, teniendo frecuentes discusiones con tu pareja, en un momento en el que necesitas más apoyo y cariño.
– Descansa al mismo tiempo que el bebé para intentar recuperar fuerzas.
– No intentes ser una supermamá, busca ayuda en las tareas por parte de tu marido o de algún otro familiar, generalmente tu madre.
– Sigue una alimentación equilibrada.
– Intenta ser positiva, sabiendo que es algo transitorio.
– Busca algún momento para ti misma.
Es un trastorno que cede espontáneamente en pocos días, pero si notas que cada día te sientes más abrumada, triste y más desinteresada por las cosas, aumenta tu irritabilidad, tu falta de concentración y rechazas la compañía de otras personas de forma inadecuada, busca ayuda, consulta a tu médico o a un profesional que te oriente.
Consejos para el padre
– Se ha comprobado que el apoyo y compresión por parte del cónyuge, es importante para la prevención y recuperación por parte del mismo.
– Aprender a escuchar y a entender lo que le está sucediendo, sabiendo que es algo frecuente y reversible.
– No te enfades con ella por lo que le sucede, no es culpa suya.
– Intenta animar y ser apoyo para ella.
– Ayúdala en las tareas del bebé para que ella sienta que no es algo sólo suyo, sino que es compartido y también para que pueda descansar.
– Infórmate sobre el embarazo y los cambios que van a sucederse a nivel tanto personal, de pareja, como familiar; así, como de los posibles variaciones de ánimo que puede presentar tu mujer en esta época.
Vicen Ramón
Asesor: Ernesto Aviñó Navarro. Psiquiatra. Hospital Dr. Rodríguez Labora. Profesor del Máster en Psicología de la Familia.
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