Muchos padres, madres y familiares se plantean la duda de si deben asistir los niños al tanatorio o al funeral cuando fallece alguien de su familia o uno de sus seres queridos. Ante esta difícil situación, se está observando ya un cambio de tendencia. El Grupo ASV Servicios Funerarios -con más de 65 tanatorios, 15 crematorios y 200 salas repartidas por todo el país- confirman que en el último año se ha producido un aumento de un 30 por ciento con respecto al año anterior, de la visita infantil a los tanatorios.
En opinión de los expertos en psicología evolutiva y en procesos de duelo, la participación de los niños en los rituales de despedida de un ser querido, ya sea miembro de su familia o amigo, es beneficiosa y advierten que no hacerlo suele comportar consecuencias negativas para los propios niños.
Según explica Sonia Carricondo, responsable de RSC de Grupo ASV Servicios Funerarios, «muchas veces, los niños son los grandes olvidados por los adultos tanto en el momento de la despedida como en los procesos de duelo y según se explica en nuestra Guía «Apoyo al Duelo» es importante tener en cuenta los deseos de participación del niño, ya que esto puede facilitar la comprensión de la muerte y el proceso de duelo. Además les hace sentirse más integrados en la familia».
Guía de apoyo al duelo para niños
Para ayudar a los más pequeños en su proceso de duelo se ha editado una Guía de Apoyo al Duelo dirigida al público infantil. Se trata de un cuaderno de colorear donde se ilustran las diferentes emociones y sensaciones que forman parte del duelo en los niños: la rabia, la incomprensión, la tristeza, el miedo, el amor/ternura y, finalmente, la aceptación. Cada una de estas etapas se plasma en el cuaderno con dos dibujos; uno donde se ilustra y expresa esa emoción y otro, un mandala con mensaje a través del cual se busca ayudar a los niños a manejar sus emociones.
«Nos hemos inspirado en el valor terapéutico de colorear mandalas, considerado una técnica de relajación, ya que se realiza una tarea lúdico-terapéutica que nos permite mejorar nuestra creatividad y concentración; exteriorizando emociones», explica la responsable de Responsabilidad Social Corporativa. «Por ejemplo en la emoción de la tristeza se pide al niño pintar despacio un mandala con forma de lágrima y en la de la rabia pintar el dibujo con fuerza», añade.
Beneficios de llevar a los niños al tanatorio y al funeral
Entre los que abogan por llevar a los niños al tanatorio, se encuentran de forma casi unánime la mayoría de profesionales de la psicología, de la psicoterapia y de la educación. Basan sus recomendaciones en los siguientes postulados:
– Los niños están en contacto con la muerte mucho antes de lo que pensamos. La muerte comienza a formar parte de su mundo mucho antes que llegue la pérdida de un familiar. Esto puede facilitar la explicación de lo sucedido.
– Los niños, igual que los adultos, necesitan pasar por los rituales hacer el proceso de duelo. Los rituales de despedida suponen el inicio de hacer frente a la pérdida y del duelo. Los niños también los necesitan, con la salvedad de que deben ser preparados para lo que van a vivir en un tanatorio o en un funeral.
– Los niños pueden sentir que son apartados no sólo de los actos de despedida de su ser querido, sino del seno de la familia, aunque los motivos reales sean otros.
Cómo preparar a los niños para asistir al tanatorio
Debe componerse de 5 pasos fundamentales:
1. Da la noticia del fallecimiento a tu hijo/a cuanto antes. No esperes a que se entere por otra persona.
2. Procesamiento de la noticia. El niño necesita un tiempo para asimilar y procesar lo que le acaban de decir. Permite que haga lo que desee: jugar, para olvidar lo que ha oído, dibujar para evadirse, hablar, preguntar o llorar. Debemos estar disponibles para dialogar con tiempo y tranquilidad con nuestro hijo/a.
3. Decisión sobre la asistencia al tanatorio y/o al funeral. Conviene dejarles decidir a ellos si quieren asistir o no, una vez que les hayamos explicado todo lo que necesitan saber para elegir si quieren asistir o no al tanatorio y/o al funeral.
4. Asistencia a los rituales de despedida.
– Si nuestro hijo ha elegido ir: algunos niños elegirán no ver al difunto, mientras que otros querrán verle o dejale un objeto (dibujo o muñeco) en señal de respeto. En caso de quieran ver al difunto, debemos explicar que no está dormido, sino que su cuerpo ya no funcionaba bien y ahora vamos a decirle adiós.
Conviene elegir un momento de intimidad en el tanatorio para acudir con los niños porque aunque no les afecta ver a un adulto llorar, pueden asusltarles las muestras de dolor expresivas como gritos y estridencias.
Es importante acompañar al niño en todo momento, responder a sus preguntas y estar atentos cuándo llegue el momento de marchar.
– Si nuestro hijo ha elegido no ir: conviene respetar su decisión y poner especial cuidado en que ningún familiar le haga sentir mal por no querer asistir al tanatorio o al funeral.
Marisol Nuevo Espín
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