La guerra de las «mates», también conocida a nivel internacional (math wars), estalló a finales de los años 80 enfrentando a los profesores respecto a la enseñanza de las matemáticas con métodos tradicionales o modernos como la metacognición, que es la protagonista del último publicado por la OCDE llamado Matemáticas críticas para sociedades innovadoras. El rol de las pedagogías cognitivas.
La gran novedad de este libro es que se aparta de la teoría y aterriza en la práctica. Así, muestra los excelentes resultados del método Singapur para enseñar y aprender matemáticas, cuya eficacia ya reconocen las pruebas PISA.
Además detalla el enfoque que deberían adoptar los nuevos sistemas educativos de los países que deseen que sus nuevas generaciones estén a la altura y sean innovadores. El libro apunta que para adaptar las matemáticas al mundo real, quizás sea más importante darle prioridad a los gráficos y hacer menos necesarias las operaciones.
La metacognición: lo último para enseñar matemáticas
Este concepto busca distintos caminos para llegar a soluciones de problemas. Para entenderlo de una manera más fácil, hablamos de metacognición cuando empleamos reglas, es decir, si queremos recordar un determinado número de teléfono, utilizamos la memoria, una actividad cognitiva, pero si creamos una regla o un método que nos permita recordar este número, hablamos de una actividad metacognitiva. La metacognición es el conocimiento del propio conocimiento, es aprender a aprender.
El libro de la OCDE explica también que el aprendizaje metacognitivo debe consiste en un entrenamiento que debe realizar el profesor y que el alumno debe incorporar a base de preguntas que el estudiante debe hacerse a sí mismo. Según el libro, éste es un proceso que las personas con talento realizan a menudo.
Cinco matemáticos, George Pólya, Alan Schoenfeld, Lieven Verschaffel, Mevarech y Kramarski, han desarrollado distintos modelos para enseñar matemáticas a sus alumnos partiendo del método metacognitivo, pero es más conocido es el modelo de Pólya, que ya se conoce como método Singapur, debido a que los libros de texto de este país asiático integran este modelo y sus alumnos obtienen los mejores puestos en competencia matemática en el examen PISA.
El método Singapur
Contempla cinco partes para las matemáticas que están representadas en un pentágono: los conceptos (numéricos, algebraicos, geométricos), los procesos (razonar), las actitudes (creencias, intereses), las habilidades (cálculo, visualización especial) y la metacognición.
En la práctica, para la resolución de problemas se aplica el siguiente esquema: comprensión del problema, diseño de un plan, desarrollo del plan, necesidad de un nuevo plan y revisión (la respuesta ¿es razonable?).
Marisol Nuevo Espín
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