Un niño es sándwich si no logra hacerse un espacio propio como individuo diferente a sus hermanos. El hijo mediano puede sentirse desconcertado, ya que no va a gozar del protagonismo y la importancia que se le da al primogénito, ni de los aparentes mimos que piensa que recibe el pequeño. En ocasiones, los medianos suelen ser los más olvidados de la familia pero paradójicamente, este olvido les puede estimular a «sacarse las castañas del fuego».
8 ventajas de ser el hermano mediano
1. Los padres están más entrenados. Tienen menos miedos. Esta característica les ayuda a tratar al segundo de forma más relajada. Por esta razón, los medianos gozan de la ventaja de criarse con mayor libertad, siempre y cuando el niño no perciba abandono.
2. Suelen ser observadores: tienen como modelo a su hermano mayor, se fijan en él y también, en lo que hace el pequeño.
3. Tienen más modelos a seguir, al contar con hermanos por arriba y por abajo y, por lo tanto, desarrollan con más intensidad el sentido común y el razonamiento lógico.
4. Son más sociables si se sienten apoyados por sus padres porque reciben el aprendizaje a través de sus hermanos. Aprenden a trabajar con mayor rapidez en equipo.
5. En general, salen más avispados, generan recursos para apañárselas mejor en resolver sus problemas ya que detectan que sus padres no tienen todo el tiempo para ellos. Esta característica les hace ser más independientes.
6. Tienen un hermano mayor para abrirles el camino con los padres, y por otra, tienen un hermano pequeño con el que prolongar sus juegos.
7. El hijo del medio tiene la oportunidad de llevarse bien con todos sus hermanos, al no tener mucha diferencia de edad con ninguno.
8. Pueden ser más precoces en algunos aspectos al recibir más influencias de su hermano mayor.
5 desventajas de ser el hermano mediano
1. En ocasiones, se les presta menos atención o sienten que se les quiere menos. El mayor es el más deseado, y al benjamín se le consiente más cosas.
2. Pueden sufrir también el ser «destronados» con la llegada de otro pequeño, con los consiguientes celos. Se pueden retraer en el colegio y convertirse en niños reservados y melancólicos.
3. Quieren llamar la atención y lo hacen en forma de trastadas. Habrá que detectar por qué hacen estas travesuras.
4. Pueden sentirse más inseguros y esa seguridad la buscan fuera de casa.
5. Pueden convertirse en unos comodones. Piensan que los logros conseguidos por su primer hermano son fáciles y que les tiene que venir a ellos sin luchar. Esto provoca desmotivación.
Consejos para evitar hacer un hijo sándwich con el mediano
– Dedica un tiempo reservado y único a tu hijo mediano, el mismo que dedicas al mayor y al pequeño. Que el perciba que también le quieres incondicionalmente.
– Nunca le compares ni con el mayor ni con el pequeño. Frases como «tienes que ser tan responsable como tu hermano mayor» o «hijo parece mentira, tu hermano pequeño se porta mejor que tu», no le ayudan sino todo lo contrario, le minan su autoestima.
– Mira a ver si culpabilizas siempre al mayor de las travesuras y él se escuda en este hecho. Si es así, tu hijo de en medio se está acostumbrando a ser un «cara dura», sin asumir sus errores. Es importante que sea responsable de sus propios actos, no amparándose en los otros.
– No tiene tampoco que hacer lo que hace el mayor, ni lo que hace el pequeño. Cada edad tiene su momento. Si al mayor le hemos dejado acostarse un poco más tarde porque tiene más edad, el mediano, si no ha cumplido esos años, no tiene por qué irse a la cama más tarde.
– Que no sienta que recibe las migajas de vuestro cariño,porque vibráis con los logros del primogénito y las gracias del pequeño. Muchas veces, son los que necesitan más afecto.
– Acordaros de vez en cuando, de pedirle primero su opinión, antes que al mayor.
– Si es un niño que nunca da problemas, dócil y tranquilo, ¡ojo! Puede que todas sus inquietudes las lleve dentro. Hablad con él antes de que sienta que «no sirve para nada».
– Busca con tu hijo una virtud y una capacidad que le hace único y diferente frente a sus hermanos, sobre todo, respecto al mayor. Potenciar esa cualidad. Quizás no tiene que acudir a tenis igual que el mayor, ya que lo que se la da bien a él es fútbol, aunque a nosotros nos cueste otro desplazamiento.
Patricia Palacios
Asesora: Mª Jesús Álava. Psicóloga Clínica del Centro de Psicología Álava-Reyes.
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