El último año España ha experimentado un aumento de los divorcios: se han incrementado un 5,6 por ciento en 2014, hasta llegar a los 100.746 en los doce meses. Por lo que respecta a las separaciones y las nulidades, éstas crecieron un 2,7 por ciento, sumando 5.034 en el primer caso y 113 nulidades, según las cifras del INE conocidas esta semana.
De este modo, del total de rupturas que hubo durante 2014 en España, la inmensa mayoría han sido para siempre: el 95,7 por ciento han sido divorcios, mientras que un 4,8 han sido separaciones y ha habido sólo un 0,1 por ciento de nulidades matrimoniales.
Mutuo acuerdo
De las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) también se extrae que la mayoría (el 76,5 por ciento) de los divorcios y separaciones habidas en 2014 fueron de mutuo acuerdo, mientras que el 23,5 por ciento restante fue por medio de contenciosos.
Estos matrimonios acabaron después de un tiempo juntos pero, ¿cuánto? Según los datos del INE, la duración media de los matrimonios hasta la fecha de la sentencia fue de 15,8 años, una cifra similar a la del año anterior, 2013. En concreto, las rupturas por divorcio habían durado previamente 15,4 años, mientras que aquellos que se separaron llevaban juntos una media de 22,2 años. Por su parte, el tiempo medio transcurrido entre el matrimonio y la declaración de nulidad fue de 7,4 años.
Pese a que estas son las edades medias, destaca que el 30 por ciento (es decir, uno de cada diez) de los divorcios se produjeron tras 20 años de matrimonio, mientras que el 23,5 por ciento sólo llevaba entre seis y diez años. En el caso de las separaciones, la mayoría (el 53,5 por ciento) había tenido una duración superior a 20 años, y el 13,3% entre seis y 10 años.
Por lo que respecta a la duración de los procedimientos de ruptura de los matrimonios, esta se situó en 4,4 meses, ligeramente inferior a la del año 2013, que fue de 4,5 meses. En las separaciones la duración media (3,2 meses) fue menor que en los divorcios (4,5 meses).
Edad de la ruptura matrimonial
El mayor número de divorcios y separaciones en 2014 entre cónyuges de diferente sexo tuvo lugar en la franja de edad entre 40 y 49 años, tanto en hombres como en mujeres. La edad media de las mujeres fue de 42,8 años (42,6 años en los divorcios, 48,2 en las separaciones y 39,7 en las nulidades). En el caso de los hombres, la edad media fue de 45,3 años (45,0 años en los divorcios, 50,7 en las separaciones y 44,0 en las nulidades). Estas edades medias fueron similares a las registradas en 2013.
Por lo que respecta al origen de las personas que han roto su matrimonio, el 83,7% del total de divorcios registrados en 2014 tuvo lugar entre cónyuges de nacionalidad española. En el 10,6% uno de los cónyuges era extranjero y en el 5,7% ambos cónyuges eran extranjeros. Atendiendo al estado civil de los cónyuges cuando contrajeron el matrimonio, la mayoría eran solteros. En el caso de los varones, el 6,4% eran divorciados y el 0,4% viudos. Entre las mujeres, el 7,2% eran divorciadas y el 0,6% viudas.
Parejas con hijos
Mucho se habla de cómo las rupturas matrimoniales afectan a los hijos. En esta línea, destaca que el 42,6% de los matrimonios correspondientes a las sentencias de separación o divorcio no tenían hijos, una cifra similar a la del año anterior. Aún así, la mayoría (48,1%) tenían hijos menores de edad, mientras que el 4,3% solo tenía hijos mayores de edad dependientes económicamente y el 5,1% hijos menores de edad y mayores dependientes.
El 27,2% de los casos de rupturas tenía un solo hijo (menor o mayor dependiente), mientras que en el 57,8% de los casos se asignó una pensión alimenticia, cifra similar a la del año anterior (57,2%). A este respecto, las cifras del INE muestran que en el 78,3% de los casos el pago de la pensión alimenticia correspondió al padre (81,5% en 2013), en el 4,6% a la madre (4,8% en el año anterior) y en el 17,1% a ambos cónyuges (13,7% en 2013).
Un punto que suele generar debate en las rupturas es quién cuidará de los niños. En ese aspecto, la custodia de los hijos menores fue otorgada a la madre en el 73,1% de los casos, cifra inferior a la observada en el año anterior (76,2%). En el 5,3% de los procesos la custodia la obtuvo el padre (frente al 5,5% de 2013), mientras que en el 21,2% fue compartida, porcentaje superior al 17,9% del año anterior y que va en consonancia con la mayoría de separaciones y divorcios de mutuo acuerdo.
Asimismo, en el 0,4 por ciento de los casos los niños fueron otorgados a otras instituciones o familiares. Destaca igualmente que en el 10,0% de las sentencias se fijó una pensión compensatoria, de las que en el 92,2% de los casos el pago de esta fue asignado al esposo.
Dónde hubo más rupturas
En toda España, la tasa de nulidades, separaciones y divorcios por cada 1.000 habitantes fue de 2,3 en el año 2014. Las mayores cifras se han localizado en la ciudad autónoma de Ceuta (2,8), Cataluña (2,6) y Canarias (2,6).
En el lado opuesto, aquellas regiones con menos rupturas matrimoniales, se sitúan Castilla y León, Castilla-La Mancha, y Extremadura, todas ellas con 1,8 rupturas por cada 1.000 habitantes.
Divorcio express
Estos datos son muy preocupantes para las asociaciones familiares. De hecho, el presidente del Instituto de Política Familiar, Eduardo Hertfelder, ha atribuido el aumento de las rupturas a «la ley del divorcio express y la salida de la crisis económica».
A juicio de este representante de las familias, este aumento de los divorcios es «consecuencia lógica» de la regulación del divorcio aprobada en 2005 por el Gobierno de Zapatero. «En efecto, el hecho de que hoy día el divorcio se pueda resolver a petición sólo de una de las partes, sin necesidad de justificar su decisión y de forma inmediata, está haciendo que se incrementen las rupturas. Es una ley que lo que hace es favorecer la ruptura, y por tanto, aumentar la ruptura familiar en vez de disminuirla«, ha criticado.
Hertfelder también cree que el incremento en rupturas puede tener algo que ver con la recuperación económica. «El crecimiento de las rupturas sólo se había estancado durante la crisis económica y una vez esta se está superando, ya la gente empieza a romper la familia de nuevo. Qué duda cabe que la salida de la crisis está detrás del aumento del número de parejas que dan el paso que supone un divorcio», ha lamentado.
En este sentido ha recordado que hablar de rupturas matrimoniales es «hablar de dramas, de fracasos personales y de desgarros humanos, en particular de los hijos«, por lo que ha criticado que las administraciones «no han hecho nada para solucionar este problema o, al menos, para amortiguarlo». Este experto ha concluido asegurando que España «se está convirtiendo en una sociedad desestructurada».
Educación contra las rupturas
Para el presidente del Foro de la Familia, Mariano Calabuig, el verdadero problema al hablar de las rupturas matrimoniales es la «concienciación y la educación» de las personas, a lo que se añade que «hay unas leyes muy permisivas» que también facilitan la ruptura de parejas.
Calabuig se ha unido a la queja de Hertfelder sobre la norma del divorcio express, que ha tachado como «injusta» y que deja «indefenso» al contrayente «que no quiere separarse», al permitir que se pueda solicitar el divorcio de manera unilateral por parte de uno de los miembros de la pareja.
Para Calabuig, las palabras del Papa Francisco cuando dice que hay gente que se casa sin estar preparada son «muy acertadas», pues en su opinión hay quien decide contraer matrimonio «sin estar preparado para cualquier enfrentamiento, o para conciliar caracteres». También ha citado al Pontífice para recordar e insistir en que la base del matrimonio está en tres palabras: «permiso, gracias y perdón».
Ángela R. Bonachera
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