Vuelve el colegio y vuelve una rutina diaria: la de los deberes. España es el quinto país de la OCDE en el que los niños tienen más deberes, un lugar contra el que muchos se han levantado alegando que los niños también necesitan tiempo para jugar y descansar. La última iniciativa ha conseguido ya más de 120.000 firmas: busca la racionalización de los deberes en el sistema educativo español.
Fue hace seis meses cuando Eva Bailén lanzó esta iniciativa a través de la plataforma Change.org, y pronto se hizo de gran eco. En su escrito, asegura que la carga de deberes de cada niño en edad escolar «depende fundamentalmente del profesor que le corresponda», por lo que en muchas ocasiones a un niño le toca un maestro que envía muchas tareas para casa y «no comprende por qué él o ella no puede jugar, descansar o estar con sus padres», se queja.
Exceso de deberes
«Un exceso de deberes supone un gran frustración para un niño que quiere concluir el trabajo asignado y ve cómo éste le sobrepasa y el cansancio no le permite seguir estudiando», lamenta Bailén, que asegura que el rendimiento de los niños empeora «si a la jornada escolar se añade un exceso de tiempo para los deberes».
No es que esta mujer esté pidiendo la eliminación de los deberes, sino una racionalización de los mismos: «no existe justificación para que un niño dedique tantas horas de su tiempo tras la jornada escolar a realizar tareas muchas veces mecánicamente y que difícilmente fomentan competencias«, añade en su escrito en dicha plataforma.
De este modo, menciona que el Real Decreto por el que se establece el currículo básico de la Educación Primaria incluye el aprendizaje de: aprender, competencias sociales y cívicas y sentido de iniciativa y espíritu emprendedor, unos temas que, a su juicio, no se consiguen con tareas eternas.
«Finalizar el temario de los libros de texto y los ejercicios propuestos en ellos no deberían ser el principal objetivo académico», critica Bailén, que asegura que el número de horas lectivas para cumplir dicho objetivo «puede llegar a ser superior a las de que se dispone en un curso escolar».
Por ello, lamenta que al no haber tiempo lectivo para ello, «las tareas se realizan en el hogar en perjuicio de los niños«. «Lo realmente importante debería ser enseñar mientras se respeta el ritmo de los niños, sus necesidades de jugo y de descanso y su bienestar emocional», sentencia.
Familia estresada
Bailén asegura que los deberes «abusivos» acaban teniendo otra consecuencia negativa: «conflictos en las familias». Según la promotora de la iniciativa, las familias, por culpa del exceso de tareas, «ven en la conciliación de la vida laboral y familiar una utopía» ya que las largas jornadas laborales «se ven todavía más perjudicadas por las tareas escolares abusivas», que hacen que los padres «no puedan compartir su tiempo con sus hijos» o que lo compartan pero «para ejercer de docentes«.
Para Bailén, «los niños españoles no pueden seguir cargados de deberes». A su juicio, «no resulta admisible que los niños españoles dediquen a la semana tres horas más a los deberes que los niños finlandeses cuyos resultados académicos, de acuerdo con los informes PISA, son de los mejores del mundo».
Es por ello que ha lanzado la petición a través de esta plataforma digital. El objetivo: que se racionalicen los deberes de los alumnos españoles, con el establecimiento de unas pautas para que las tareas se desarrollen en un tiempo razonable y que estén acordes con la edad del estudiante. «Pedimos que se eliminen cuanto antes los deberes abusivos».
En su escrito, Bailén opina que los deberes deberían estar consensuados entre los diferentes profesores de un mismo centro y estos deberían ser conocedores del tiempo que implica cada tarea «y del conjunto de deberes que los estudiantes tienen cada día para que no resulten excesivos en su conjunto«, concluye.
Ángela R. Bonachera
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