Tras el parto y con la llegada del bebé, llega un momento clave en la vida de la mujer: la lactancia materna. Este periodo es el de mayor requerimiento nutricional, pues a través de la madre se está alimentando a otro ser humano, lo que implica que la madre debe tener especial cuidado con qué come. Si tienes dudas al respecto, aquí encontrarás todo lo que necesitas saber.
En general, las recomendaciones de la dieta en la mujer que da el pecho a su hijo no distan de las de una vida sana, es decir, seguir una alimentación variada y equilibrada. Eso sí, a estos hábitos de vida hay que añadirle ciertas pautas específicas que beneficiarán tanto a la madre como al bebé lactante.
Comer más tras el embarazo
No son pocas las madres que deciden tratar de adelgazar después del parto, pero en este asunto todos los expertos son claros: la lactancia materna no es el momento para adelgazar. Es más, se recomienda comer más incrementando la ingesta calórica en unas 500 kilocalorías diarias, lo que quiere decir que la madre debe hacer entre cinco y seis comidas diarias en las que, además, toma más comida.
Por ejemplo, si la media de calorías que una mujer debe ingerir al día ronda las 2.300 o 2.500 kilocalorías, la mujer que está dando de mamar debe ingerir unas 3.000, según explica Carolina Muro, responsable de nutrición y salud de la Federación de Industria de Alimentos y Bebidas (FIAB). En este punto hay una matización: si la mujer hace ejercicio debe ingerir incluso más: unas 3.400 kilocalorías diarias.
Proteínas, lípidos e hidratos de carbono
Además de incrementar la ingesta de calorías, esta experta recomienda tomar más macronutrientes, es decir, proteínas, lípidos e hidratos de carbono, ya que la leche materna está principalmente formada por estos nutrientes. De este modo, lo mejor es aumentar las proteínas en unos 25 gramos diarios.
Los lípidos, por su parte, se encuentran en los pescados y son muy buenos, pues «repercuten en una mejora neurológica para el niño», según esta experta, que asegura que lo mejor es el pescado azul (salmón, atún, anchoas). Finalmente, en lo que respecta a los hidratos de carbono, señala que deben suponer más de la mitad de la dieta de la mamá que da de mamar: el 55 por ciento. «En general, consumimos menos hidratos de carbono de lo que deberíamos, y es muy importante que esto no sea así durante la lactancia», ha comentado en una entrevista con el portal especializado Infosalus.
Los lácteos, esenciales en la lactancia
Por otro lado, son también cruciales las vitaminas y los minerales como el calcio. En este punto, esta experta indica que aunque no se tomen estos nutrientes «la leche materna se va a producir» pero, eso sí, si no tomamos el calcio necesario «el cuerpo de la madre utilizará las reservas que tiene, esto es, el calcio de los huesos, y esto puede aumentar el riesgo de esteoporosis en la madre en los años posteriores», alerta. Por este motivo, la recomendación es incrementar la ingesta de calcio en unos 700 miligramos diarios, «lo que equivaldría a unas seis raciones de lácteos«, matiza Muro.
Para evitar las anemias es esencial tomar hierro y yodo, pues asegurarán que el bebé recién nacido mantenga «unos niveles óptimos de hormonas tiroideas», explica esta experta que, comenta que una buena idea sería tomar la sal yodada. Asimismo, recuerda que las vitaminas, especialmente las del grupo A y B, son imprescindibles en este periodo y que se pueden encontrar en frutas y verduras. En concreto, durante la lactancia la madre debe aumentar entre un 30 y un 50 por ciento los niveles normales de verduras.
Alimentos prohibidos en la lactancia
En muchas ocasiones nos surgen dudas en torno a si hay alimentos prohibidos durante la lactancia, al igual que ha habido otros alimentos no recomendados en el embarazo. En este punto, la experta explica que hay ciertos alimentos que, aunque se pueden tomar, «cambian el sabor de la leche, con lo que el niño puede rechazarla«. Estos alimentos menos recomendados serían el brécol, la col, el repollo, la coliflor, las alcachofas, los espárragos, la comida muy picante y el ajo.
Adelgazar en la lactancia
Pese a que se ha dicho que este periodo no es el indicado para perder el peso ganado durante el embarazo, lo cierto es que las madres que dan el pecho «adelgazan mucho más que las que no lo hacen«, aunque estén comiendo más.
Esto se explica, según Muro, porque el hecho de amamantar consume mucha energía de la madre: entre 3.000 y 3.500 kilocalorías diarias, por lo que se pierde peso, pero «de manera natural, progresiva y, lo que es más importante, sana», concluye.
Ángela R. Bonachera
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