A muchas personas aventureras, una enfermedad como la diabetes puede limitarles a la hora de realizar ciertas actividades. Emprender una caminata de varios días como las que se realizan en el Camino de Santiago no es un impedimento para las personas con diabetes.
La clave para superar el desafío de las distintas etapas del Camino de Santiago cuando se padece diabetes consiste en estar bien informado para controlar la enfermedad en las diversas situaciones que se presenten.
Consejos para superar el Camino de Santiago con diabetes
Ahora, la plataforma Personas Que ofrece a las personas con diabetes 10 consejos para superar el Camino de Santiago y superar este desafío con éxito.
1. Entrenamiento previo. Conviene salir a caminar al menos una hora al día, todos los días, para comprobar cómo va reaccionando y cómo se va adaptando nuestro cuerpo. Es preciso realizar cambios de ritmo, caminando los 10 primeros minutos a ritmo tranquilo para calentar el sistema musculo-esquelético. A continuación, alterna un minuto a un ritmo más rápido, y cinco minutos a un ritmo suave. Continúa hasta completar una hora.
2. Antes de empezar. Tu equipo médico debe estar informado de tu aventura para que trace un plan de medicación y nutrición para el Camino. En este plan podrás planificar la estrategia de inyecciones de insulina basal y la de acción rápida antes de cada comida, así como la cantidad de hidratos de carbono que debes consumir en tu dieta.
3. Kit de viaje. Debes llevar insulina suficiente y calcular la cantidad que te hará falta para los días que vas a estar de viaje. Es importante llevar al menos un 25% extra. Ten en cuenta que la insulina, fuera del frío, dura aproximadamente 30 días y durante este tiempo se conserva sin problemas. No obstante, es recomendable guardar la medicación en una nevera portátil para evitar los cambios bruscos de temperatura. No olvides tu kit de glucagón.
4. Glucosa de emergencia. Es tan importante como la insulina y la recomendación es que sea glucosa en gel o líquido de alto índice glucémico para casos de hipoglucemia.
5. Calzado cómodo y adecuado. La elección de un buen calzado es fundamental para los diabéticos, que debe usarse junto a unos calcetines técnicos de montaña. Usa unas botas de media caña o zapatillas de trekking, cuya suela no sea muy rígida y que te permita doblar la bota, con un dibujo profundo y de varias formas. Las botas deben ser impermeables y transpirables.
6. Cuidado de los pies. Para proteger los pies hay que prestar atención a la higiene, la hidratación y las uñas. Los pies deben lavarse cada día con agua templada y jabón neutro. Puedes usar un antiséptico para la piel y crema hidratante después de cada etapa y antes de dormir..
7. Control durante el camino. Mide tus niveles de glucosa antes y durante cada etapa de la ruta. Después, una vez hayas terminado (y también horas más tarde), debes hacerte controles de glucemia, ya que es habitual que con el calor las sensaciones de hipoglucemia se acentúen, sobre todo en climas a los que no estamos acostumbrados.
8. Guarda tus instrumentos médicos. Aunque tu glucómetro y tu bomba de insulina no sean medicamentos, se pueden estropear debido a las altas temperaturas. Guárdalos en un lugar fresco y seco.
9. Ampollas. Si tienes alguna ampolla, no quites la piel, solo con vaciar el líquido es más que suficiente. Para ello te puedes ayudar de una aguja de insulina estéril que esté sin usar. Con algodón o una gasa, unta antiséptico en la zona de la ampolla y pínchala con cuidado para dejar que se vacíe por el otro extremo. Una vez vacía, puedes colocarte una tirita.
10. Hipoglucemias. Para prevenir las bajadas de glucosa, durante la etapa come algún fruto seco y algo de chocolate a cada hora u hora y media, y aprovecha para mirarte la glucemia. El esfuerzo del camino puede disimular los síntomas de una bajada de glucosa en sangre. Mide tus índices de glucemia antes, durante y después de cada etapa.
Tomás García. Director General de Personas Que
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