Es cierto que con 4 meses es difícil saber si tu niño está o no feliz en la guardería o escuela infantil; pero sí que puedes observarlo, ver cómo reacciona ante la persona que se encarga de su cuidado (si llora o sonríe), si su aseo es bueno a la hora de la recogida o, si el centro te va informando periódicamente.
Consejos que facilitan la adaptación del bebé a la guardería
Si vas a llevar a tu bebé por primera vez a la guardería, estos consejos te ayudarán a facilitar al niño su adaptación al centro escolar:
– Visita el centro con tu hijo, antes de que comience a asistir.
– Demuestra a tu hijo que te gusta y confía en la educadora.
– Tu bebé puede llevarse algún peluche que le consuele.
– Ante cualquier problema de adaptación, habla con la profesora.
– Es aconsejable quedar con los otros niños de la guardería fuera del centro, para establecer actividades de conocimiento.
Problemas de adaptación a la guardería o escuela infantil
Si sospechas que tu hijo no está contento en la guardería o escuela infantil, no ignores el asunto, aunque por circunstancias profesionales tengas que dejar al niño desesperadamente. Habla con la educadora y, en caso de no tener respuesta, es muy importante hablar con la dirección del centro. No obstante, todo centro debe estar abierto a las necesidades de los padres y disponer de un horario de llamadas y de tutorías. También la mayoría de los centros cuentan con una agenda o diario, que es un medio de comunicación diaria y constante con la familia.
1. Los niños pequeños, hasta los 7-9 meses, frecuentemente se adaptan a las atenciones de cualquier adulto (padres o educadores).Estos niños raramente tienen problemas de adaptación a una buena guardería.
2. Los niños mayores pueden llegar a sentirse mal cuando les dejamos con personas extrañas, por lo que necesitan más tiempo, además del apoyo extra de los padres, a través de programas de adaptación al centro.
Suele ser habitual que los niños presenten cambios en su conducta cuando comienzan a ir a la guardería:
– si ya comienza a caminar pueden llorar y agarrarse a tu pierna, lloriquear, negarse a ir a la guardería y actuar enojado.
– puede retroceder y actuar como un niño más pequeño. Puede mostrase más intranquilo durante las noches, o costarle más irse a dormir.
Esta conducta normalmente termina después de algunos días en la guardería. Si tras dos o tres semanas compruebas que tu hijo sigue llorando, es bueno que investigues un poco más los porqués: si es por el carácter del niño (muy consentido o enmadrado), cómo es la profesora que se encarga de su cuidado, si el aula está bien ventilada (ni demasiado frío, ni demasiado calor).
Detalles de la guardería o escuela infantil
– Es normal que tu hijo venga, algún día, con una mordedura hecha por otro niño en la guardería. No debes preocuparte, son circunstancias normales en estas edades.
– Observa si tu hijo se despide contento de la persona que le tiene a su cargo; si le manda un besito o si ella le regala un achuchón. La intuición de los padres es muy sabía a la hora de valorar si su hijo es feliz, o no, en el centro.
– Si te comentan que el niño no come, estudia la manera de variar su dieta: si el puré es muy espeso, si no tiene tolerancia frente a ciertos alimentos, si le mandas demasiada comida, o si no le gusta el modo de cocinar del centro.
Aunque confíes plenamente en el centro de Educación Infantil que has escogido para tu hijo, no debes dejar pasar ninguna circunstancia que pueda provocarte intraquilidad. Observa a tu hijo, es fácil apreciar si un niño es feliz o no, aunque sea muy pequeño. Llega algún día un poco antes de la hora y quédate observando a su profesora y al resto de los niños desde fuera. Tú mismo comprobarás si las cosas marchan de manera adecuada.
Ana Aznar
Asesoras: Cristina Gutiérrez, Coordinadora del Ciclo Formativo Superior de Educación Infantil de Fomento-Fundación.
Yolanda Castañeda, profesora en este Centro y en el Centro Universitario Villanueva.
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