Llega el verano y, con él, los excesos… o justo lo contrario. Hay quienes, por evitar convertirse en el porcentaje de personas que durante las vacaciones engordan, toman ciertas medidas que no son precisamente las mejores para adelgazar o perder peso. Te contamos algunos de los errores más comunes cuando se quiere adelgazar.
La nutrición es uno de los campos donde más falsos mitos hay, y es muy importante tener muchas precauciones: la primera de ellas y primordial, nunca empezar una dieta sin la guía de un experto nutricionista, pues estamos hablando de tu salud. Esto quiere decir, por ejemplo, que la dieta de una persona no le sirve a otra, aunque a veces pueda parecer que sí.
Pese a que las dietas son totalmente personales, sí hay ciertos consejos que pueden ayudar a todo el mundo: hay que mantener un estilo de vida saludable con actividad física y una dieta equilibrada en la que haya de todo (excepto aquello de lo que seas alérgica, claro). Si de verdad quieres adelgazar, más vale no cometer ninguno de estos errores que nos recuerda la Organización de Consumidores y Usuarios.
Grandes errores al intentar adelgazar
Saltarse comidas. Es el principal error y uno de los grandes mitos antes mencionado. Parece que para adelgazar lo mejor sería dejar de comer, pero no es así. Lo ideal según nuestra dieta mediterránea son cinco comidas al día: desayuno, comida y cena más dos tentempiés (uno a media mañana y otro por la tarde).
Comer muy poco. Es un error basado en la misma «lógica» que antes. Según explican en la OCU, las dietas excesivamente hipocalóricas (con pocas calorías) son perjudiciales porque el organismo se adapta a periodos de carestía, por lo que cada vez es más difícil perder peso. Esto hace que en cuanto se aumente un poco la ingesta calórica se vuelva a recuperar el peso con más facilidad.
Culpar a alimentos concretos. No, no hay alimentos que engordan y alimentos que adelgazan, y esto es una idea que debemos desterrar de nuestra mente para siempre. El peso viene determinado por el tipo de dieta general que tomas.
Eliminar los hidratos de carbono. Los hidratos de carbono son esenciales en la dieta. Aunque es cierto que dejar de tomarlos hace que se adelgace, este adelgazamiento se consigue a base de dejar al organismo y al cerebro sin su fuente de energía primordial: la glucosa, lo que provoca la aparición de acetona, que puede ser muy peligrosa.
Alimentos de alta densidad calórica. Esta clase de alimentos son, por ejemplo, las barritas energéticas. De nada sirve hacer ejercicio si luego se reponen las fuerzas ingiriendo tantas calorías como las que hemos quemado.
Comer siempre «de régimen». Según explican, una de las causas principales del abandono de las dietas es su monotonía, lo que vuelve a poner de relieve la necesidad de acudir a especialistas.
Beber alcohol. Todas las bebidas alcohólicas engordan porque el alcohol tiene más calorías que los hidratos de carbono o las proteínas, por lo que deben dejarse para momentos muy puntuales.
Determinar mal el peso ideal. Hay que fijarse objetivos realistas: si tienes 40 años, tu cuerpo no puede ni debe pesar lo mismo que cuando tenías 18.
Usar pastillas para adelgazar. Esto tiene graves efectos secundarios, por lo que sólo deberías hacerlo si así te lo dice tu médico o nutricionista titulado.
Dietas milagro. No existe ningún método que nos permite adelgazar sin esfuerzo y en tiempo récord, por lo que deja estas dietas milagro y productos adelgazantes y prepárate para seguir un estilo de vida saludable.
Trucos que sí ayudan a adelgazar
Con tantos «no» en la lista anterior, puede parecer que adelgazar es imposible, pero ni mucho menos. Se consigue adelgazar cuando las calorías que tomamos son inferiores a las que gastamos, algo que se debe conseguir llevando a cabo un cambio de hábitos realista. Estos cinco consejos te ayudarán.
-Come de todo, no elimines alimentos pero sí limita las cantidades que tomas.
-Come más ligero y con menos grasas: opta por preparaciones al horno o al vapor en lugar de frito o guisado.
-Da el peso que merecen a las frutas y verduras: recuerda, cinco piezas al día.
-Opta por alimentos desnatados o versiones con menos grasas o azúcar, pero lee siempre antes la etiqueta, pues no siempre es lo que parece.
-Haz ejercicio y lleva una vida activa.
Ángela R. Bonachera
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