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Decálogo para un buen verano en pareja

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Llegan las vacaciones, ¡por fin! Los largos días de rutina van a interrrumpirse por tiempo de descanso y relax, jornadas de agua y sol… y de convivencia excesivamente intensa. Es un momento para el que hemos estado trabajando el resto del año y merece la pena salir de vacaciones con algunas claves para evitar conflictos y conseguir que triunfe el amor en verano.

Decálogo para disfrutar de tu pareja durante las vacaciones de verano

1.   Aparcar el estrés. La sensación de prisa y de agobio es común en las familias que tienen que hacer malabarismos para compaginar todas las tareas laborales y familiares. Tenemos que hacer un esfuerzo por liberar esa tensión. Nos costará unos días desconectar de verdad.

2.   Aparcar también lo que nos enlaza al estrés. Podemos limitar el uso del smartphone, proponernos no consultar el correo electrónico constantemente. El mundo va a seguir girando y quizá necesite de nuestra atención, pero si establecemos un horario diario, nuestra pareja no se resentirá.

3.   La logística cotidiana no es un problema. En verano hay más tiempo disponible y también más ganas de descansar. En ocasiones, esa desorganización propia de las vacaciones es la que produce tensión en el matrimonio que no sabe cómo encajar las tareas cotidianas porque las agendas no están organizadas al detalle. Hay que disfrutar de esos momentos también.

4.   Pasar tiempo juntos, sin más. No significa ni marcharse a un destino remoto después de haber conseguido «colocar» a todos los niños ni gastarse más dinero. Los tiempos juntos pueden ser breves, un rato de charla mientras los niños juegan en la arena, un café en la sobremesa mientras el resto de la familia ve la tele, un paseo mientras los adolescentes han salido o incluso hacer la compra solos. Lo importante es que sean de calidad y que el matrimonio tenga plena conciencia de estar disfrutando.

5.   Hablar. Durante el año, nos pasa en muchas ocasiones que guardamos algo para contarle al otro cuando lleguemos a casa. Pero al llegar a casa la vida se complica y no lo contamos. El verano sirve para recuperar la oportunidad de comunicarnos.

6.   Escuchar. Es aún más importante que hablar. Escuchar a la pareja es muy importante para una buena relación. Requiere nuestra firme voluntad de atender a aquellas cuestiones que, por falta de tiempo, no escuchamos del otro, aunque a veces nos resulten en origen aburridas.

7.   Gestionar adecuadamente las listas de «enfados». Llevamos once meses recogiendo material de lo que nos ha hecho el «contrario». Al llegar al verano, podemos revisar lo que realmente no era tan importante como nos pareció en principio y lo que sí. En ese caso, tenemos que tratarlo sin reproches, con una actitud positiva.

8.   Cuidar nuestro físico. Nuestra pareja es la persona que más tiene que importarnos y esto se tiene que notar. No significa no poder «ponernos cómodos», sino que se note, aun en la comodidad, que le estamos dedicando tiempo a gustar a nuestra pareja, no al resto del mundo que nos rodea.

9.   Disfrutar de la vida en familia. Los hijos conforman el matrimonio. El verano es un buen momento para disfrutar con ellos y recuperar la complicidad a través de ellos. Incluso aunque en la pareja no sea todo de color de rosa, la vida en familia hará recuperar ese sentido.

10.   Dedicarse a la contemplación del otro. El verano nos ayuda a acompasar el sentimiento y la voluntad, a redescubrir todo lo bueno que tiene el otro.

María Solano

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