Esta semana hemos conocido que un niño de seis años de Olot (Girona), que estaba sin vacunar, ha sido ingresado en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona a causa de difteria. Se trata del primer caso en España desde 1986. Tanto hace de los últimos casos, que es normal haber olvidado esta grave enfermedad. Te contamos en qué consiste, cuáles son sus síntomas y cómo se contagia.
La difteria es una enfermedad muy grave que puede llegar a ser mortal. Fue «un azote en el siglo pasado», pero gracias a las vacunas está prácticamente controlada, tal y como explican desde la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Qué es la difteria
Es una enfermedad respiratoria contagiosa que se produce tras la infección por una bacteria, el bacilo diftérico, y que provoca «una afección muy grave en las vías respiratorias altas», es decir, en la garganta y la nariz. Según comentan desde la AEP, puede llegar a producir asfixia en quien la padece, así como atacar al corazón y el cerebro.
Por suerte, se trata de una enfermedad «excepcional en Europa», y esto se ha producido gracias a las vacunas, que están totalmente recomendadas por los pediatras. De hecho, no existe una vacuna pensada únicamente contra esta enfermedad, sino que va incluida en diferentes vacunas combinadas, lo que hace que al llegar a la adolescencia, aquellos que hayan seguido el calendario «habrán recibido seis dosis de vacuna frente a la difteria».
Síntomas de la difteria
En las primeras fases de esta enfermedad, puede llegar a confundirse con un fuerte dolor de garganta acompañado de fiebre moderada e inflamación de los ganglios linfáticos del cuello. Sin embargo, hay algo clave que permite distinguir la enfermedad: la toxina que produce la bacteria crea una espesa capa que recubre la superficie interna de la nariz, la garganta y otras vías respiratorias.
Esta capa, que es de color grisáceo o negro y provoca problemas para respirar y tragar, es lo que permite a los médicos distinguir la difteria de otras infecciones, según explican desde el Centro Nemours para la salud de los niños KidsHealth.
Asimismo, desde el sistema de salud del Gobierno de Estados Unidos explican que esta enfermedad puede llegar a afectar al corazón, causando incluso insuficiencia cardiaca. También se han dado casos en los que afecta a los nervios y produce parálisis de algunas partes del cuerpo.
¿Cómo se contagia esta enfermedad?
La difteria es una enfermedad especialmente contagiosa, como aseguran desde Kidshealth. Su forma de transmisión es por el aire: cuando una persona infectada estornuda, tose o incluso se ríe cerca de otras personas.
Las personas que tienen esta enfermedad pueden contagiarla durante cuatro semanas incluso aunque no tengan síntomas. Según este centro para la salud de los niños, el periodo hasta que se presentan los síntomas es de entre un día y seis, aunque lo normal es que sean dos o cuatro.
Por qué es tan importante la vacuna contra la difteria
La vacuna contra la difteria, como se ha comentado, forma parte de las vacunas combinadas (son contra varias enfermedades a la vez). Su principal característica es que, una vez inyectada, hace que el cuerpo no pueda producir la enfermedad, pero sí mantiene la capacidad de estimular la producción de defensas o anticuerpos contra ella.
Las vacunas que llevan incluidas los componentes de la difteria son:
– Hexavalente: contra la difteria, tétanos, tosferina, H. influenzae tipo b, polio y hepatitis B. Se administra en el primer y segundo año de vida.
– Pentavente: Difteria, tétanos, tosferina, H. influenzae tipo B y polio. Se administra en el primer y segundo año de vida.
– DTPa: preparado de los 4-6 años que incluye componentes de la Difteria, tétanos y tosferina
– Vacunas de refuerzo de los adolescentes, Tdpa y Td, en las que la difteria va «acompañada» de componentes del tétanos y la tosferina.
Para estos expertos de la Asociación Española de Pediatría, la vacuna contra la difteria debe ser administrada a todo el mundo: tanto los niños como los adultos que no lo estén. La forma de administración es la común: se pincha en el muslo o el brazo, según la edad, y se puede dar el mismo día que se reciben otras vacunas.
Las reacciones adversas de la vacuna de la difteria
Las reacciones adversas de esta vacuna son poco frecuentes y leves aunque, eso sí, al administrarse en forma de vacunas combinadas es posible que sean otros componentes los que generen efectos adversos.
Por lo general, lo más frecuente es fiebre, leve hinchazón o enrojecimiento en la zona de la inyección, o una ligera irritabilidad o somnolencia en los días siguientes a la vacuna. En alguna ocasión se han dado casos de llanto persistente, alteraciones neurológicas y reacciones alérgicas.
Ángela R. Bonachera
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