Quieren ser mayores y, efectivamente, «se hacen mayores», también en lo que leen. El adolescente atraviesa un momento de crisis, de búsqueda de sí mismo; etapa en la que un libro puede ser clave en el desarrollo de su personalidad. Aquí radica el peligro: ser mayor no es poder leer de todo; la madurez juega un papel esencial en todo esto.
¿Qué leen los adolescentes?
Libros que les hagan soñar despiertos, de corte intimista y que cuenten historias de la «vida real». En general, les atraen los libros en los que se ven reflejados de alguna manera; de temática social, de acción, de misterio, los ambientados en otras épocas o sobre otras culturas, de ciencia-ficción*, y aquellos sobre temas actuales y conflictos psicológicos que implican a protagonistas adolescentes, con cuyos problemas e inquietudes se sienten identificados. El adolescente se encuentra en una época de cambio en la que trata de orientarse, y para ello busca incesantemente modelos y escritores capaces de expresar con exactitud lo que piensa y siente.
La madurez de los adolescentes en la lectura
Uno de los mayores peligros del «ya no soy un niño y puedo leer libros de adultos» es el convencimiento de poder hacer lo que quiera sin límite alguno. Por el contrario, hay que hacerles comprender que «ser mayor» de verdad no es tener el campo abierto a cualquier asunto, sino ser capaz de informarse antes sobre lo que más conviene. Deben comprender que puede ser contraproducente leer cualquier cosa que llegue a sus manos, por muy best-seller que sea. En esta reflexión es donde radica, se define y manifiesta su madurez.
Artículo relacionado:
– Ana Cemborain y Cristina Blanco: «Las obras de estas escritoras son un reflejo de todo aquello que experimentaron»
¿Qué debemos hacer los padres? Aconsejar sin imponer
Para sus primeros pasos en la lectura «más adulta» necesitan compañía y, en este aspecto, el papel decisivo lo juegan los padres. ¿Cómo?:
– Orientándoles pero sin provocar en ellos un sentimiento de menosprecio.
– Procurando su reconocimiento intelectual de manera que, sin ser idénticos, puedan llegar a compartir con sus seres queridos un cierto nivel crítico.
– Justificando las decisiones y debatiendo con ellos sobre las buenas y malas lecturas
Si en la familia se ha creado un clima de espontaneidad y naturalidad, esta orientación no será demasiado difícil. Todo es cuestión de ayudarles a enfocar su natural curiosidad y el espíritu de rebeldía que les caracteriza.
8 ideas de buenos libros para adolescentes
1. Los Juegos del Hambre (Suzanne Collins)
¡Que empiecen los Septuagésimo Cuartos Juegos del Hambre! Un pasado de guerras ha dejado los 12 distritos que dividen Panem bajo el poder tiránico del Capitolio. Sólo una chica de 16 años, Katniss Everdeen, osa desafiar las normas para conseguir comida. Sus principios se pondrán a prueba con Los juegos del hambre, espectáculo televisado que el Capitolio organiza para humillar a la población.
2. El Esbirro (Sergei Kourdakov)
Sergei, educado en diferentes orfanatos soviéticos en la Rusia de la primera mitad del siglo XX pasa a formar parte del sistema opresor comunista contra los cristianos que se reúnen de forma clandestina hasta que se plantea el sentido de su existencia. Poco a poco, comienza a sentir que el brazo de Dios detiene su mano cada vez que intenta aplicar los métodos disuasorios de la KGB contra algún creyente, y descubre que sólo tiene una y terrible posibilidad para seguir vivo: huir de la URSS.
3. El Juego de Ender (Orson Scott Card)
La Tierra se ve amenazada por los insectores, una raza extraterrestre completamente ajena a los humanos, a los que pretende destruir. Para vencer a los insectores es necesario un nuevo tipo de genio militar, y por ello se ha permitido el nacimiento de Ender, quien en cierta forma constituye una anomalía viviente: es el tercer hijo de una pareja en un mundo que ha limitado estrictamente a dos el número de descendientes. El niño Ender deberá aprender todo lo relativo a la guerra en los videojuegos.
Artículo relacionado:
– Fantasía, thriller, romance, distopías… ¿Qué leen los jóvenes?
4. La vida sale al encuentro (José Luis Martín Vigil)
En esta novela, un muchacho de quince años nos relata su vida en el seno de su familia, en el círculo de sus amigos y en el colegio donde está interno; todo ello en el transcurso de un año pródigo en contrariedades para él. Se siente su gran admiración por su padre, el cariño hacia su hermano, la total entrega que hace de su confianza en el padre Úrcola… y el amor por su prima.
5. El Hobbit (J.R.R. Tolkien)
Bilbo Bolsón es como cualquier hobbit hasta que una mañana recibe la inesperada visita de Gandalf, que cambiará su vida para siempre. Con Gandalf y una pandilla de trece enanos, y con la ayuda de un mapa misterioso, nuestro héroe partirá hacia la Montaña Solitaria a fin de rescatar el valioso tesoro custodiado por Smaug el Dorado, un terrible y enorme dragón. Lo que Bilbo no sabe es que el anillo que encontró en el camino será el principio de otra gran aventura… la de El Señor de los Anillos.*
6. Blanca como la Nieve, Roja como la Sangre (Alessandro D*Avenia)
La conmovedora historia de un adolescente de 16 años, enfrentado a una difícil experiencia que le lleva a redefinir sus sentimientos en cuanto a amistad y amor, vida y muerte, y a aprender la importancia de cumplir sus sueños.
7. El Niño con el Pijama de Rayas (John Boyne)
Bruno, de ocho años, es el hijo mimado de un oficial nazi. Al ascender a su padre, la familia se ve obligada a abandonar Berlín y trasladarse a una zona aislada. Muerto de aburrimiento y atraído por la curiosidad, Bruno hace caso omiso a lo que su madre le dice y se dirige hacia la ‘granja’ que ha vislumbrado en la distancia. Allí conoce a Shmuel, un chico de su edad que vive una extraña y paralela existencia al otro lado de una alambrada. Bruno entablará una amistad con Shmuel en la que analizarán el mundo de adultos que les rodea de la forma más inocente, una relación con terribles consecuencias.
8. Caperucita en Manhattan (Carmen Martín Gaite)
Sara Allen es una niña de diez años que vive en Brooklyn. Su mayor deseo es el de ir sola a Manhattan para llevar a su abuela una tarta de fresa. La abuela de esta moderna Caperucita ha sido cantante de music-hall y se ha casado varias veces. El lobo es Míster Woolf, un pastelero multimillonario que vive cerca de Central Park en un rascacielos en forma de tarta. Pero el hilo mágico de este relato se centra en Miss Lunatic, una mendiga sin edad que vive de día oculta en la Estatua de la Libertad y sale de noche para mediar en las desgracias humanas o, si es necesario, llegar a regalar un elixir capaz de vencer al miedo.
Inmaculada Mansilla Sánchez
Te puede interesar:
– La importancia de los padres en el desarrollo de la lectura en los niños