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Faja postparto, ¿sí o no? Ventajas e inconvenientes

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Después de tener un hijo, el cuerpo de la mujer sufre multitud de cambios, entre los que se encuentra la aparición de flacidez en la barriga de la nueva mamá. Para combatirla, muchas mujeres piensan en las fajas postparto, que equivaldrían al «corsé» de nuestros tiempos. Pero, ¿es bueno o malo? ¿Ayuda o no? Te damos los pros y contras de la faja postparto para que decidas su uso o no.

Las fajas postparto, como cualquier faja, afinan la silueta de la mujer, lo que hace tener la sensación de que tienen menos barriga mientras la llevan puesta. Pero no es un producto mágico: la barriga sigue siendo la misma y es sólo un «efecto visual». Esto explica que no se deba abusar de la faja postparto, pues la «nueva barriga» que vemos cuando la llevamos no es real.

Beneficios y contraindicaciones de la faja postparto

Uno de los beneficios de esta clase de productos es que, según dicen sus defensores, ayudan a la zona abdominal a recolocarse con mayor rapidez ya que aplica fuerza en la zona que se ha debilitado tras el parto. Asimismo, hace que los órganos internos y la piel se recoloquen con mayor rapidez y da seguridad a la mujer para hacer algunos movimientos. Por supuesto, también hace una figura más bonita.

Sin embargo, tiene contras: es un producto que constriñe a la mujer y puede agobiar. Además,  los detractores de las fajas postparto aseguran que no ayuda a los músculos abdominales a recuperar el tono, pues esto sólo se produce mediante actividades físicas.

Por todo ello, realmente debe ser el médico o la matrona la que aconseje si es bueno llevar la faja postparto o no y cómo usarla según el tipo de faja que sea. Por ejemplo, un caso en el que la faja es muy buena es cuando la mujer tiene sobrepeso y dolor de espalda, pues puede evitar dolores en los lumbares, pero aún así debe ser usado como un producto temporal y nunca para siempre.

Todo esto se relaciona con la recomendación general que todas las madres acaban dando: usa la faja, pero no abuses de ella. El motivo es simple: la faja puede ayudar, pero si se utiliza mucho los músculos del abdomen y la espalda no se ejercitan mientras la madre se mueve, lo que acaba teniendo un efecto contradictorio: la cintura tarda más en moverse como antes porque ha dejado de «practicar» y puede llegar a atrofiarse.

Reducir la barriga después del parto

Si te planteas usar la faja para reducir la  barriga y la figura después del parto, mucho mejor será ejercitarte con ejercicios que tonifiquen los músculos abdominales una vez hayan pasado unos 40 días después del parto.

Un ejemplo de ejercicio para reducir el tamaño de la barriga consiste en ponerse boca arriba, flexionar las piernas y poner os pies en el suelo. Una vez con esta postura, eleva el busto y lleva el codo izquierdo a la rodilla derecha, y viceversa.

Para el ejercicio físico, de nuevo, la moderación: no exageres y ve poco a poco, según lo que sientas que tu cuerpo aguanta y el deporte al que estés acostumbrada. Puedes hacer ejercicios en casa o ponerte en las manos de un experto en esta clase de ‘gimnasia’ para después del parto. Siempre fijándote en que lo importante es estar sana y no sólo perder barriga.

Ángela R. Bonachera

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