¿Cómo podemos saber qué hay que comer y cuánta cantidad para mantenernos sanos? Para entender en qué consiste una dieta saludable, es importante distinguir entre alimentación y nutrición. Es distinto comer para satisfacer el hambre o «matar el gusanillo» que aportar nutrientes al cuerpo para estar sanos y poder realizar las tareas cotidianas.
Según el Ministerio de Sanidad y Consumo, la alimentación es el acto de comer alimentos cocinándolos e ingiriéndolos, mientras que la nutrición es el proceso inconsciente e involuntario que consiste en recibir las sustancias, transformarlas y utilizar sus nutrientes.
3 claves para llevar una dieta saludable
Según el doctor Ismael Said, del Servicio de Medicina Interna del Hospital La Milagrosa, es indispensable tener en cuenta tres factores para llevar una dieta saludable:
– La cantidad de alimentos que se ingieren debe ser suficiente para cubrir las exigencias del cuerpo y mantener el equilibrio del organismo.
– La alimentación ha de ser completa y variada, de forma que aporte diariamente los nutrientes necesarios.
– La dieta idónea varía dependiendo de las necesidades y el gasto energético de cada uno. Por ejemplo, los hombres y las mujeres necesitan cantidades distintas de energía, igual que difieren entre las personas que practican mucho ejercicio y las que son más sedentarias o en el caso de los niños y las personas mayores.
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Qué alimentos son propios de una alimentación sana
Muchas veces tendemos a escoger la comida por costumbre o por gusto, sin tener en cuenta qué aporta a nuestro organismo. También, a la hora de decidir el menú del día, nos dejamos llevar por el momento, el estado emocional, la compañía o un antojo o capricho. Para romper con este hábito, estos son los alimentos que se deben consumir para que nuestra alimentación sea la más conveniente para nuestro cuerpo:
– El agua, fundamental. En una dieta sana es indispensable beber por lo menos entre uno y dos litros diarios de agua.
– El yogur. Ayuda a controlar el peso y a reducir la diabetes.
– Frutas y verduras, a diario. También se han de comer todos los días frutas, verduras, hortalizas, cereales, productos lácteos, pan y aceite de oliva.
– Pescados y legumbres, importantes. Las legumbres, los pescados blancos y azules, las carnes, los huevos, los embutidos y los frutos secos son alimentos que tienen que tomarse varias veces a la semana, pero no todos los días.
– Dulces y chucherías, ocasionalmente. Hay algunos productos que sólo se pueden comer en contadas ocasiones, como los dulces, los bollos, los refrescos y las patatas fritas, entre otros.
Cómo comer de manera saludable
Una vez que están claros los alimentos adecuados para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y la frecuencia con la que hay que tomarlos, también es importante saber cómo comerlos. Debido al ritmo diario que llevamos, muchas veces dedicamos poco tiempo al momento de la comida o comemos rápido, de pie o de camino a alguna de nuestras tareas diarias o, incluso, si es preciso, nos saltamos alguna comida.
Estos son sólo algunos malos hábitos a los que no damos importancia pero de los que nuestro cuerpo se resiente. El Dr. Ismael Said recomienda seguir algunas pautas:
– El desayuno, fundamental. Nunca hay que saltarse el desayuno, puesto que es la comida más importante del día. Por ello, es importante habituarse desde niños a desayunar todos los días y a realizar esta comida de manera equilibrada.
– Cinco comidas. Los expertos recomiendan realizar cinco comidas al día, entre otras cosas, para evitar grandes ingestas en las comidas principales. Pero es importante no picar entre horas, es decir, en momentos distintos a estas cinco comidas. Si se cae en la tentación de llevarse un piscolabis a la boca entre horas, se debe optar por alimentos saludables, como fruta o frutos secos pero no productos preparados o industriales.
– Comer pronto. Para una alimentación más sana, se aconseja no comer ni cenar muy tarde, preferiblemente nunca después de las tres del mediodía ni de las diez de la noche. Según los expertos es mejor realizar la cena al menos dos horas antes de acostarse de forma que se pueda realizar la digestión antes de dormir.
– Alimentos frescos. Siempre es más saludable ingerir alimentos frescos que productos preparados, que llevan aditivos o conservantes menos naturales.
– Comer despacio. Masticar muchas veces y comer despacio evita problemas digestivos y ayuda a no engordar. Para ello, es recomendable comer en familia, sentados, de manera relajada y sin prisas.
– Al vapor o a la plancha. Los alimentos resultan más saludables si se cocinan a la plancha, a la parrilla, al vapor, al horno o al microondas en lugar de fritos.
– Comer variado pero con límites en las cantidades. Una dieta saludable es aquella que es muy variada, es decir, en la que se comen todo tipo de alimentos. Eso significa que no hay alimentos prohibidos, pero que se deben controlar las cantidades que se toman, sobre todo de los que se recomienda tomar con menos frecuencia.
– Evitar dietas de moda. Las dietas «milagro» que se ponen de moda en las temporadas previas a las vacaciones o fechas señaladas pueden llegar a tener consecuencias negativas para la salud, así que lo mejor es consultar a un especialista si se quiere perder kilos.
Dr. Ismael Said, del Servicio de Medicina Interna del Hospital La Milagrosa
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