Ya conocemos los muchos beneficios que tiene la leche materna para los bebés lactantes, pero cada día aparece uno nuevo que, en ocasiones, puede sorprender más. Es el caso de una investigación publicada este año en el International Journal of Dermatology que asegura que el uso tópico (es decir, externo) de la leche materna ayuda a mejorar la dermatitis atópica de los bebés.
Aunque es cierto que ya antes se han conocido avances científicos sobre los efectos anti-inflamatorios de la leche materna y su poder curativo si se usa en heridas, este nuevo artículo representa el primer ensayo clínico en el que se compara la utilización de la leche materna frente a otros tratamientos como la hidrocortisona en el eccema atópico de la piel.
Estudio sobre dermatitis atópica y leche materna
Para este trabajo, los investigadores trabajaron con 100 niños menores de 20 meses diagnosticados con dermatitis atópica moderada-severa. Durante el estudio se separó a este grupo en dos de forma aleatoria pero todos con las mismas características de la dermatitis, la edad y otros factores que pudieran afectar.
De este modo, en un grupo se comenzó a aplicar una capa fina de pomada de hidrocortisona al uno por ciento dos veces al día, mientras que al otro grupo, también dos veces al día, se le trataba con leche materna.
¿Cuál fue el resultado? Dos a la vez: por un lado no se observaron diferencias significativas en la evolución de los dos grupos, lo que prueba que la leche materna es buena para este uso, pero es que a su vez sí que hubo una ligera mejoría superior en el grupo que había sido tratado con leche materna frente al que había utilizado una pomada.
Por todo ello, los autores del informe aseguran que la leche materna, utilizada de forma tópica sobre la piel, puede ayudar a mejorar la dermatitis atópica de los niños pues tiene unos resultados similares (e incluso un poco mejores) que los de la pomada.
Basándose en estos resultados, los médicos del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría recomiendan utilizar la leche de la madre en casos en los que los niños tengan dermatitis atópica, pues resulta un tratamiento un barato, muy accesible y que, además, no tiene efectos secundarios.
Ángela R. Bonachera
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