Vivir en familia y en el seno de un hogar feliz es esencial a cualquier edad, pero especialmente para los niños. Así lo recuerda una investigación llevada a cabo en Estados Unidos y publicada en el ‘Early Childhood Education Journal’ que ha revelado que el 25 por ciento de los niños que viven sin hogar acaba necesitando cuidados relacionados con la salud mental.
El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (EEUU) y Acción Comunitaria dirigida a los Niños sin Hogar (CATCH, en inglés), ha puesto de relieve la necesidad de que se detecte y proteja a los niños que viven sin hogar en Estados Unidos y en el resto del mundo.
Niños sin hogar
Tal y como explica la autora principal de la investigación, Mary Haskett, los niños que viven sin hogar «a menudo han estado expuestos a la violencia doméstica o del vecindario, la pobreza crónica, una insuficiente atención sanitaria y demás circunstancias» que llevan a los pequeños a tener mayores riesgos de sufrir problemas de salud mental.
«Como resultado de su exposición a esas difíciles circunstancias de la vida«, comentan los autores, «los niños sin hogar corren un riesgo mucho mayor de retrasos en el desarrollo, problemas sociales y emocionales, y problemas en la escuela«. En resumen, se trata de un problema cuya magnitud «es enorme», sobre todo teniendo en cuenta que en Estados Unidos cada año 2,5 millones de niños se quedan sin hogar, según un informe del Centro Nacional de Familias Desamparadas.
El estudio se ha basado en los datos de un total de 328 niños de entre dos meses y seis años que vivía en refugios del condado de Wake, en Carolina del Norte. Y ha encontrado que esta tasa del 25 por ciento de niños que necesitan ayuda psicológica es sustancialmente superior al porcentaje de niños estadounidenses que tienen problemas sociales y emocionales: entre el 10 y el 15 por ciento.
Problemas en el lenguaje en niños sin hogar
Pero no sólo eso. Esta investigación también ha encontrado otro dato preocupante: los niños en edad escolar (entre cinco y seis años) analizados en el estudio estaban por debajo del promedio en el lenguaje y habilidades académicas. Algo que, si bien afectaba tanto a niños como a niñas, se ha visto más acuciado en niños, que presentaban más problemas para aprender a leer.
«Estos resultados ponen de relevancia la importancia de proporcionar recursos para satisfacer las necesidades de estos niños«, concluye el informe, que alerta de que el 25 por ciento de los 2,5 millones es 625.000, lo que significa que en Estados Unidos cada año hay 625.000 niños que necesitan apoyo de salud mental. «Como sociedad, no podemos permitirnos el lujo de dejar caer a estos niños».
Ángela R. Bonachera
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