Jugar con nuestros hijos puede ser, además de un tiempo gratificante y divertido, la excusa perfecta para mantenerte en forma casi sin notarlo. Muchos juegos tradicionales requieren saltos, carreras o sentadillas que resultan ser un ejercicio buenísimo y que, además, nos ahorran ir al gimnasio o esa sensación de pereza que puede dar el pensar en hacer deporte.
Hay incluso entrenadores personales que ya optan por esta clase de ejercicios que, en lugar de parecer un deporte complicado y que requiere mucho esfuerzo, se convierten en juegos de niños. El objetivo es divertirse y disfrutar de la actividad que se hace, y qué mejor que jugando con los hijos mientras te mantienes en forma.
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Juegos tradicionales para jugar con tus hijos
La Rayuela
El popular juego tan sólo requiere de una superficie lisa y una tiza para poder jugarse. Saltar a la pata coja, pararse, agacharse a por la piedra, levantarse y volver a la base sin perder el equilibrio es un ejercicio estupendo para pequeños y mayores, pues mientras se juega a la rayuela se mejora la agilidad, la coordinación y la potencia física.
Juegos de persecución
El pilla-pilla, el escondite, policías y ladrones, el escondite inglés… son muchas las opciones para jugar a las persecuciones con nuestros hijos, sobrinos y amigos. Estos juegos, que seguro que a más de una nos han dejado exhaustas después de poco tiempo, son de los favoritos de los niños y, además, nos ayudan a mejorar nuestro estado físico ya que nos obligan a estar moviéndonos y corriendo continuamente.
La comba
Saltar a la comba o la cuerda puede hacerse de forma individual o en grupo, y existen multitud de canciones para ir animando el juego, por lo que también es una de las grandes opciones para pasar un rato con nuestros hijos y hacer ejercicio al mismo tiempo. Este juego hace que movamos todos los músculos de nuestro cuerpo y nos ayuda a mejorar la coordinación y a aumentar la resistencia cardiovascular.
El Hula Hoop
Hace unos años se puso de moda dar vueltas a un aro con la cadera y la cintura. Pensado para niños más mayores (de unos 10 años), lo cierto es que ponernos recuperarlo para practicarlo con nuestros hijos. Se pueden hacer competiciones para ver quién aguanta más o idear formas diferente de darle vueltas (por ejemplo, con los pies y saltando a la vez).
Según varios expertos del deporte, el hula hoop nos ayuda a perder grasa corporal y a mejorar la coordinación. Además, con este ejercicio también estamos tonificando los músculos y reduciendo el estrés, a lo que le puedes añadir las risas del principio al intentar mantener el aro «en su sitio» más de tres segundos, ¿quién da más?
Tira y afloja
Pensado para grupos algo numerosos, el juego consiste en dividirnos en dos grupos y, cada uno en un extremo, tratar que el contrincante caiga. El juego, que hace que los niños se diviertan por ver qué grupo es más fuerte, requiere ejercicio de los brazos para tirar, pero también de las piernas para aguantar. De esta forma, a la vez que nos divertimos, estamos mejorando nuestra fuerza y resistencia.
Ángela R. Bonachera
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