Los disfraces les permiten jugar a la interpretación y su imaginación se pone a todo ritmo cuando se ven convertidos en un personaje o animal. Los juegos de rol tienen muchos beneficios para los niños. Aunque podemos comprar disfraces muy económicos en tiendas especializadas en fiestas y jugueterías, también podemos confeccionarlos nosotros y montar un teatro en casa.
Consejos para reutilizar prendas viejas para un disfraz infantil
Una forma de darle uso a las sábanas, mantas y ropa que se han quedado viejas y ya vamos a retirar es emplearlas para realizar disfraces para nuestros hijos. Por ejemplo, para la capa de un rey o príncipe, podemos emplear una sábana a la que realizaremos los retoques que veamos necesarios. A continuación te ofrecemos algunas propuestas divertidas con las que los niños se divertirán mucho.
1. Corderito. Si nuestro hijo quiere ser un corderito, echaremos mano de una camiseta vieja negra de manga larga y le coseremos trozos grandes de algodón por el cuerpo (emn las mangas es opcional). Para la cabeza, cogeremos una gorra a la que también le coseremos algodón y unas orejas largas negras que sacaremos de otra prenda de color negro. Al niño o niña le vestiremos por debajo con un pantalón negro o maya y por último le pintaremos la punta de la nariz de negro. ¡Listo!
2. Ángel. El disfraz de ángel no es difícil, pero requiriere más dedicación: Unos leotardos blancos, una camisa nuestra blanca para que le quede larga, le ponemos espumillón dorado o plateado en la parte del bajo, en cartulina hacemos unas alitas y con unos imperdibles o cosiéndolas al traje se las sujetamos, le ponemos una cinta en la frente dorada que haga de corona o con papel de aluminio, y si queréis, por último le pintamos con un poco de purpurina en las mejillas. Este disfraz también puede ser de hada si en lugar de blanco, lo realizamos en azul, rosa o cualquier otro color. Podemos añadirle un antifaz con purpurina para que quede más completo.
3. Fantasma. Un disfraz de fantasma es muy sencillo. Basta con que a una sábana se hagamos dos agujeros por dónde nuestro hijo pueda ver a través de ellos. Así podrá estimular su imaginación con el disfraz.
4. Vaquero del oeste. Para que nuestro hijo se convierta en un vaquero del Oeste, sólo tenemos que vestirle con tejanos, ponerle una camisa y fabricarle un chaleco con alguna chaqueta vieja que tengamos: le quitamos las mangas y le cosemos tiras a modo de flecos realizados a partir de las mangas sobrantes de la chaqueta. Con un pañuelo al cuello y un sombrero vaquero que podemos encontrar en cualquier juguetería estará perfecto. Sólo queda añadir una pistolita de juguete en su cinturón.
5. Vampiro. Para ser un vampiro, nuestro hijo tiene que vestirse todo de negro, a ser posible con una chaquetita negra y una camisa blanca debajo, y maquillarse la cara de blanco con unas ojeras.
6. Pirata. Para que los niños se conviertan en pirata, toma una camisa vieja y córtale las mangas para crear el chaleco, luego busca una camisa de manga larga blanca y pónsela debajo del chaleco con unos pantalones que le lleguen a la mitad de la pierna. No te olvides del parcho sobre el ojo, este se puede hacer con una tira de tela. Y por supuesto, el pañuelo en la cabeza es imprescindible.
7. Bruja. Para vestir a una niña de brujita, seguro tienes algún vestido negro que ya no uses. Puede llevarlo con zapatos negros y un sombrero de cucurucho que confeccionaremos con cartulina negra y pegamento.
Teresa Pereda
Te puede interesar: