La listeriosis puede manifestarse en la mujer embarazada con unos síntomas parecidos a los de la gripe, con la aparición de cefaleas, dolor y rigidez de cuello, desorientación e incluso convulsiones. Prevenir la listeria en el embarazo es fundamental, pero cuando ya se ha contraído, el tratamiento más recomendado es con antibióticos por via intravenosa, ya que la listeria monocytogenes es una bacteria intracelular.
Aunque en España no es una patología muy frecuente, la listeria monocytogenes es capaz de producir infecciones alimentarias muy graves, con una tasa de mortalidad que puede alcanzar hasta el 20 por ciento. Las embarazadas son especialmente susceptibles a la infección por esta bacteria y los riesgos que se corren en el embarazo pueden implicar la infección de la placenta, el liquido amniótico y al feto, lo que puede llegar a ser causa de abortos, partos prematuros o enfermedades graves del recién nacido como infección respiratoria, meningitis y afectación multiorgánica.
La listeriosis se contrae por el consumo de alimentos infectados por la listeria monocytogena. Esta bacteria puede localizarse en múltiples lugares, pero son particularmente frecuentes en el agua y en el suelo, pasando a través de ellos a los vegetales y los animales.
Consejos para prevenir la listeria en el embarazo
– Cocinar bien las carnes y pescados. Evitar la carne poco hecha o semicruda y en el caso del pescado, debe cocinarse hasta que éste muy hecho. Es importante que la mujer embarazada no pruebe los alimentos hasta que no estén perfectamente cocinados.
– En el caso de comidas sobrantes, se deben calentar las sobras hasta que «echen humo». La bacteria como ya hemos dicho antes es resistente a altas y bajas temperaturas. Por eso, puede que permanezca en el alimento después de haber sido cocinado inadecuadamente.
– Evitar el consumo de productos lácteos que no hayan sido hechos con leche pasteurizada. No ingerir queso feta, brie, camembert ni quesos tipo roquefort.
– Lavar y pelar bien la fruta y verdura antes de consumirlos
– Lavar los trapos de cocina, esponjas, guantes con frecuencia
– No guardar la comida durante tiempo. Los alimentos perecederos o precocidos deben ser consumidos lo antes posible.
– No tomar comida precocinada en restaurantes, cafeterías… si no ha sido bien calentada previamente.
– Lavarse bien las manos antes y después de manipular alimentos
– Evitar pates y carnes para untar que sean frescos. Se pueden usar los que vienen en lata o envasados. El mismo consejo es válido para los mariscos y pescados ahumados.
Cómo destruir la listeria
Aunque la bacteria es resistente a altas y bajas temperaturas, sí es factible su destrucción a través de:
– Temperaturas inferiores a -17º C. Hay que tener especial cuidado porque normalmente los congeladores domésticos no alcanzan estas temperaturas.
– La cocción de los alimentos, con temperaturas superiores a los 70ºC
– Con el proceso de pasteurización de la leche.
Dr. Juan Luna. Jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital La Milagrosa, de Madrid.